lunes, 15 de octubre de 2012

ODISEA BURBUJAS. El mundo actual ha sufrido la implosión de burbujas financieras. Los dominicanos estamos sufriendo el estallido de la burbuja de la prosperidad propiciada por el gobierno, con la presentación de la propuesta de reforma fiscal. Martes 16 de septiembre.

A través de los años el mundo financiero internacional y hasta local ha sido afectado por el fenómeno especulativo, mejor conocido como Burbuja. En 2008 una enorme burbuja inmobiliaria alimentada por las tristemente célebres hipotecas subprime convertidas en activos tóxicos, explotaba estremeciendo los cimientos de la economía mundial. Sólo años atrás, en 2001, la burbuja de las “Punto Com” afectaría negativamente el mercado tecnológico estadounidense.
   
En 1998 la República Dominicana sufrió la implosión de una burbuja tabaquera, donde muchas personas llegaron hasta el extremo de sembrar plantas de tabaco en sus patios con el objeto de aprovechar el inminente boom de ese sector. Muchos fueron los que quedaron arruinados y con deudas considerables, por inmiscuirse en estas actividades, que redujeron de golpe y porrazo la demanda, así como la calidad de los cigarros producidos.
   
De regreso al tema inmobiliario, otra enorme burbuja desatada en España, ha puesto en jaque la economía de la Madre Patria, esta vez propiciada por un sistema bancario codicioso e imprudente. Durante un tiempo, España construyó más viviendas que Francia, Italia y Alemania Juntas. Una locura!!!!. Con esta sensación de bonanza, muchos se enrolaron a trabajar en el sector construcción, incluso hubo miles de jóvenes que dejaron sus estudios para “aprovechar el momento”. Consecuencias????..una terrible tasa de paro de más del 25%...y contando.
   
En términos económicos, una burbuja es un fenómeno que se produce en los mercados, en buena parte debido a la especulación, que se caracteriza por una subida anormal y prolongada del precio de un activo o producto, de forma que dicho precio se aleja cada vez más del valor real o intrínseco del producto. También, de forma más llana, una burbuja se refiere al crecimiento anormal de un sector de la economía por razones poco ortodoxas y con cimientos financieros muy endebles.
   
Según el sitio web CursosDesdeCasas.com el término “burbuja” se empezó a usar en el contexto financiero en los años 1720, durante la crisis económica de los mares de sur, debida precisamente a una crisis especulativa sobre las acciones de la compañía “South Sea Company” que comerciaba entre Europa y Sudamérica en el siglo XVIII. El término se refiere al aire que llena una burbuja, que es una analogía con el “vacío” existente entre el valor real y los precios excesivos en un mercado que esté sufriendo este fenómeno. También es una analogía con el momento de su estallido, momento que se corresponde con la fuerte caída de precios.
   
Tomando en consideración la falsa sensación de bienestar a que nos somete una burbuja, me atrevo a decir que los dominicanos estuvimos expuestos por mucho tiempo a una burbuja de prosperidad, que con el recién anuncio de la propuesta de reforma fiscal, explotó empapando de sorpresa, incredulidad y hasta indignación a la población. Durante años, y sobre todo durante la campana electoral se nos vendió una idea de una economía blindada. Un país próspero y con el mayor crecimiento entre sus congéneres. El país del gran milagro urbanístico, con túneles, grandes avenidas, elevados, y hasta dos líneas del Metro. Un Nueva York Chiquito.
  
 Pues ahora parece que tal blindaje, era de cartón o vidrio. De repente, los mismos que nos decían lo bien que estábamos, ahora nos dicen que estamos quebrados, que somos un país pobre, que debemos sacrificarnos para que el país no se hunda.  Nuestros funcionarios, parecen no entender o mejor dicho no les da la gana reconocer, que lo que ha molestado al ciudadano es esa falsa armonía, esa politiquera distorsión de la realidad, de que éramos una sociedad próspera.
  
 Lo peor de todo, que no se hayan tomado ni siquiera la delicadeza de informarnos quiénes fueron los responsables de un déficit, anteriormente oculto en las sombras de la campaña electoral, de un monto que asusta: RD$187,000 millones, lo que se traduce en un 8% del PIB…entiéndase, a niveles de países con graves problemas financieros como España. Si los responsables de la crisis bancaria del 2003 fueron (no todos) juzgados y encarcelados por ser responsables de un déficit mucho menor que el actual, no es justo también que los autores de este descalabro repentino y escondido bajo una burbuja de bienestar, reciban también el mismo trato???.

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