Analizamos las últimas estadísticas sobre tasa de morosidad, estancamiento del crédito y desempleo en Espana, y como con la aprobación de la reforma fiscal, podríamos estar a las puertas de una situación similar a la de nuestra madre patria. Martes 23 de octubre

Espana: La Mora se dispara y el Crédito se hunde    

 Con este tipo de enunciados la prensa española está describiendo la dificilísima situación financiera que padece el país desde hace 5 años. En el pasado mes de agosto la tasa de morosidad de los créditos otorgados a personas y empresas por el sistema bancario español alcanzó el 10.51%, un nuevo récord histórico.
   
El Banco de España, recién informó que este es el tercer récord consecutivo, para un volumen de 178, 579 millones de Euros en créditos con alto riesgo de impago.         El pasado mes de julio la morosidad se ubicaba en un 9.86%, el cual ya había roto el récord anterior de 9.15%, en febrero de 1994. Si se compara con agosto del 2011, el aumento representa más de tres puntos porcentuales, cuando se colocaba en 6.93%. Un 60% de estos créditos, están relacionados al sector construcción
   
En términos mensuales, los créditos dudosos crecieron en 5,343 millones en Agosto con relación a Julio.

Por otro lado, el grifo del crédito se encuentra aún cerrado, lo que complica aún más la recuperación de la actividad económica. En este sentido, el crédito concedido por las entidades de intermediación financiera se ha derrumbado un 5%, el mayor descenso en 50 años.        

 Otro dato apreciable indica que las nuevas operaciones crediticias en agosto fueron de sólo 3,760 millones de Euros, el más bajo desde enero del 2003.
   
Si tomamos los datos anualizados, desde septiembre del 2011 a septiembre del 2012, se han concedido créditos por 65,622 millones de Euros, un 25% menor y la cifra más baja desde 2003.
   
Existe una relación muy cercana entre estos datos, lo que se traduce en un peligroso círculo vicioso: Si los bancos no prestan dinero a las empresas, éstas no podrán financiar sus operaciones comerciales, el consumo se contrae por lo que deben disminuir sus nóminas, crece el desempleo, y como las personas están en el paro y sin ingresos fijos, se atrasan en sus cuotas y la cartera de crédito del sistema se deteriora.
   
Para empeorar más el asunto, los bancos están generando bajos márgenes de beneficios en estas circunstancias, están pagando un alto coste financiero por sus pasivos y las provisiones sobre cartera mala no dejan de crecer.
   
En términos de las provisiones, que son estimaciones preventivas contra riesgo de cartera morosa, se ha establecido con colchón contra pérdidas por 106,765 millones de Euros.
   
Por otro lado, España sigue disputándose con Grecia, la triste estadística de altos niveles de desempleo. El país heleno presenta una tasa de paro del 25.1%, acercándose mucho al nivel de España.
  
 En los últimos tres años, los niveles de pobreza en España se han incrementado en un 5%, un millón de personas se han empobrecido cada año desde el comienzo de la crisis, entrando a su sexto año en el 2013.  Actualmente hay alrededor de 12.7 millones de personas sin ingresos suficientes para una vida digna.
   
En nuestro país, el gobierno intenta imponernos una reforma fiscal con evidente tendencia inflacionaria y con consecuencias funestas para el consumo y el ahorro. Al igual que en España, el país recién se entera, de que poseemos un déficit descomunal de más de RD$180,000 millones de pesos, representando un 8% del PIB. Este mismo nivel fue el que llevó a nuestra Madre Patria al borde de la quiebra. Las medidas de austeridad tomadas por el gobierno espanol, han creado una vorágine de desempleo y pobreza, que hasta ahora, no se vislumbra ninguna solución.
   
Como ciudadanos, debemos estar alerta ante esta soberana injusticia, pues los responsables de tal metedura de pata, están tan campantes en sus confortables sillones renuentes a despojarse de sus privilegios. En una actitud medalaganaria, necia e inmunda, han “mandado por un tubo” las propuestas de la Consejo Económico y Social.       

 Debemos vernos en el espejo de nuestra querida España, donde sus ciudadanos han tenido que renunciar a sus niveles de bienestar, para poder tapar un hoyo enorme, inducido por la poca capacidad gerencial de sus políticos. Dios nos proteja!!!