martes, 7 de octubre de 2014

LAS VISITAS SORPRESA DE DANILO



Uno de los sellos distintivos del actual gobierno del Sr. Danilo Medina es sin lugar dudas sus ya populares visitas sorpresas a diferentes destinos de la nación con el fin de otorgar financiamientos en condiciones especiales a los sectores productivos. La verdad que es digno de admiración que un presidente dominicano se tome las molestias de “darse un baño de pueblo” como la mejor manera de saber realmente cuáles son sus verdaderas necesidades.

Estas actividades ya han trascendido a nivel internacional, tal como quedó plasmado en la reciente alocución de nuestro mandatario ante la FAO. El derecho al crédito ha sido una las punta de lanza de las estrategias del actual gobierno, y que es deber de todo Estado fomentar. Estas visitas, sin lugar a dudas, han impactado positivamente en el nivel de popularidad del Presidente Medina, hasta el punto de ser uno de los mejor posicionados en todo el mundo. 

Es muy positivo el sincero interés de nuestro Presidente de establecer programas y mecanismos para fomentar el crecimiento y desarrollo de las MIPYMES con el objetivo de acumular riquezas y propiciar mejores niveles de empleo. Personalmente, no tengo ninguna duda de sus buenas intenciones, hasta el punto de que vería con buenos ojos, si se pudiera, una reelección, por la sencilla razón de que sus planes requieren de más tiempo para poder concretizarse óptimamente.

No obstante, entiendo que estos oportunos financiamientos deben combinarse con un programa extenso de asesoría técnica en cada rubro financiado, que les permita a los beneficiados hacer un buen uso de los recursos, pues financiamiento sin asesoría o acompañamiento podría traducirse en endeudamiento, que no es lo mismo que apalancarse. Así mismo, es muy prudente designar una comisión que periódicamente revise que tales préstamos hayan sido usados adecuadamente, es decir que hayan cumplido con los objetivos productivos para lo que fueron otorgados, para evitar que el dinero vaya a parar al bolsillo de alguien.

Por otro lado, creer que estas visitas son la solución a los problemas del país, la verdad que sería un ejercicio de amplia ingenuidad. A pesar de que son actividades muy positivas a priori, no debemos sobredimensionarlas, pues aún es muy temprano para ver sus frutos. Por ello, es necesario que se lleve una estadística de los efectos reales que, con el tiempo, estos financiamientos tendrán en el desarrollo y el bienestar de la población. Un seguimiento estricto, serio y realista debe erigirse con las mejores intenciones para el control de cada uno de los financiamientos, que obviamente en algún momento, sus usuarios tendrán que devolverlos. De no darse lo anterior, podría este bonito proyecto sucumbir ante una oleada de morosidad, tal vez irreversible, si no se establecen mecanismos de control.

Creo que sería muy interesante, que el presidente Medina, realice también visitas sorpresas a aquellas comunidades donde ya se han realizado financiamientos, para que él mismo evidencie la realidad de sus ejecutorias. Es más, este proceder serviría como medida de contingencia contra aquellos vivos que desearan aprovecharse de su buena voluntad.

Finalmente, pienso que ese mismo entusiasmo que nuestro gobernante muestra en sus visitas sorpresas sea extendido a otros asuntos de gran interés para la nación como el flagelo de la corrupción, una mancha dentro de su mandato y que debería ser una piedra angular de su gobierno, pero que siento lejos de que se ejemplifique con necesarias sanciones a funcionarios que han incurrido en serios e irritantes actos indebidos y de deslealtad a la patria.

Así mismo, entiendo potable que enfoque más esfuerzos a la reducción del déficit fiscal, pues como hemos visto en la prensa, el presupuesto del 2015, prácticamente se dilapidará en pago de deuda, subsidios improductivos y el pago de nóminas, muchas de ellas absurdas. Debería ser una prioridad para el gobierno establecer medidas para simplificar la extensa e improductiva nómina gubernamental, donde abundan muchas instituciones obsoletas e innecesarias. Así mismo, no hemos visto una real voluntad para el diseño de un verdadero pacto fiscal equitativo, pues actualmente la clase media y los pobres somos los que cargamos con el mayor peso. También es fundamental la creación de mecanismos para la reducción de la delincuencia y el crimen, como la reestructuración profunda de la policía, un aumento de sueldo a los fiscales, mayor transparencia en los procesos, construcción de mejores cárceles y fervientemente aumentar el grado de las sanciones y penas.