lunes, 2 de junio de 2014

EL PARADIGMA DE LA RENTA VARIABLE


La República Dominicana ya cuenta con una bolsa de valores donde cualquier dominicano puede canalizar sus ahorros hacia interesantes instrumentos de renta fija. La atractivo de este mercado es que las rentabilidades obtenidas son mayores que la de los depósitos bancarios y el monto mínimo a invertir es muy bajo, unos RD$10,000.00, lo que rompe el paradigma de que invertir en bolsa es sólo para ricos. 

Nuestro mercado de valores está regulado y supervisado por la Superintendencia de Valores bajo la ley 19-00 del 8 de Mayo del 2000. Este mercado hoy en día moviliza miles de millones de pesos, con la participación de importantes puestos de bolsas, ya sea pertenecientes a un grupo bancario y puesto de bolsas independientes que en mi opinión, presentan productos más novedosos, tales como CCI Puesto en Bolsa o Alpha Valores.

Como sabemos, hasta ahora se comercializan instrumentos de renta fija, es decir productos donde los flujos de renta a generar se conocen previamente, o sea, que los desembolsos son regulares y constantes. Son más seguros, son más controlables y entre estos están los bonos gubernamentales, letras y los bonos corporativos. El inversionista de renta fija obtiene un rendimiento moderado pero el riesgo es mucho menor. Por esto muchas personas los prefieren, pues están orientados a beneficios a largo plazo.

Por el otro lado, los instrumentos de renta variable son aquellas inversiones donde no se puede saber de antemano el monto de los flujos de renta generados. La razón es que intervienen factores como el desempeño de la economía, el comportamiento del mercado y hasta los rumores. El instrumento de renta variable por antonomasia son las acciones de empresas. Obviamente estas pueden generar altísimas rentabilidades, pero a un riesgo mucho mayor. El inversionista aquí hace inversiones de corto plazo para ganar dinero extra todos los días.

En nuestra Bolsa de Valores aún no se comercializa con instrumentos de renta variable pues se entiende que nuestro tejido empresarial no está listo para este tipo de transacciones tan comunes en otros países. Para eso, deben cambiar muchas cosas, entre ellas la actual estructura tributaria que desmiembra financieramente a las empresas dominicanas y con esto romper el temor de muchos empresarios a presentar sus verdaderos estados financieros. Para poder cotizar en bolsa, la empresas deben presentar al ente regulador, toda su información financiera, que sería la materia prima de evaluación para obtener inversiones.

Esto es algo que el empresariado debería contemplar, pues sería una alternativa de financiamientos, menos costosa aún que la de los bancos. Ofrecer al público la venta de acciones puede ayudarles a realizar más proyectos a menor costo que generen mayor capacidad de creación de empleo. Es un paradigma que hay que romper, pues muchos entenderían que tal vez con tantos nuevos accionistas, podrían perder el control de la empresa. Pero pueden existir cláusulas de medidas de control y de gobierno corporativo que mengüen este temor.


Para el inversionista dominicano se le presentaría un formidable escenario para diversificar sus carteras de inversión con la compra de paquetes accionarios de sólidas empresas nacionales, lo cual incrementaría el flujo de efectivo nacional. También daría nuevas alternativas de inversión a los fondos de pensiones.

Pero para adentrarse a este mercado hay que tener muchas cosas en cuenta. Lo primero que es un mercado variable. Y si es así será por algo no?. Esta variación puede ser al alza o de repente a la baja, por ello como no se sabe cómo se moverán las acciones no se conoce la rentabilidad final. Con este sistema, se puede ganar muchísimo dinero si la empresa y su sector van bien, pero si va mal puede perderlo todo.

Un error que hay que tomar muy en cuenta es poner dinero que luego haga falta mañana. Sólo se debe invertir  con aquel dinero que no se vaya a necesitar a corto plazo. Es un problema de cultura financiera que tenemos los dominicanos de aventurarnos en inversiones arriesgadas usando dinero básico de nuestra subsistencia, tal como pasó con el tristemente célebre fraude de Telexfree.

Hay que tomar en cuenta que se puede ganar dinero de dos maneras. 1- Comprando acciones que su precio suban para luego venderlas (plusvalías) 2- Pago de dividendos por parte de la empresa. Pero hay que tener en cuenta que hay empresas que no pagan dividendos.

Invertir en la bolsa no es jugar la Loto, aquí RD$120 pesos no se traducirán en millones de pesos, por lo que no se debe caer en el error de la apuesta pues estaría basándose en algo no real. No hay remedios mágicos para hacerse millonario de la noche a la mañana. Invertir en bolsa requiere el análisis exhaustivo de mucha información. Es bueno buscar asesoramiento de profesionales serios, así como muy buenos libros sobre inversión. También las páginas webs de los organismos de regulación tienen vital información que se debe conocer e interpretar.

Una vez se ha decido ingresar a este interesante mundo es vital un seguimiento continuo al movimiento de las acciones, trazar una estrategia y actuar con férrea disciplina financiera. Para finalizar le dejamos una de las frases más célebres del gran inversor Warren Buffet : “Nunca inviertas en un negocio que no puedas entender”.

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