viernes, 20 de junio de 2014

Prioridades o Mundial de Fútbol

Recién inició la Copa Mundial de Fútbol Brazil 2014, el evento deportivo más esperado. Desde hace unos años, este evento es muy seguido por los dominicanos, a pesar de no ser nuestro deporte nacional. Pero ojo, a nivel de colegios, el fútbol ha ganado gran terreno, convirtiéndose  en el deporte principal de muchos de ellos.
   
Muy de niño, disfruté del Mundial de España en 1982 y me acuerdo de aquellas famosas imágenes de la celebración del gol del jugador italiano Marco Tardelli en la final contra Alemania. Pero sin dudas, el mundial que realmente posicionó al futbol en nuestro país fue el de México 86, el Mundial ganado por la Argentina del genial Diego Armando Maradona. También disfrutamos de otras figuras como Sócrates, Platini, Francescoli, Rumenigge, Butragueno, Laudrup, Papin, Rossi, etc.
   
Como muchos conocen, este Mundial 2014 se ha destacado por asuntos que no tienen nada que ver con el futbol, y son las constantes protestas de millones de brasileros que no están de acuerdo con la monstruosa cantidad de recursos que se han usado para la organización del mismo. El gobierno de Dilma Roussef, ha estado en tela de juicio, pues no ha logrado mantener los niveles de bienestar obtenidos por su antecesor y tutor Inacio Lula Da Silva. Incluso, ni siquiera hizo acto de presencia en la ceremonia inicial por temor a una pitada monumental.
   
Para nadie es ya un secreto que la FIFA ya no es una federación deportiva sino una poderosa empresa multinacional, bajo la batuta de su intransigente presidente Joseph Blatter. En tal razón, el Mundial del Futbol es una especie de franquicia que se vende al mejor postor. Eso sí, la FIFA se embolsilla el 95% de los ingresos que produzca el evento y le carga al país anfitrión los costos de infraestructura. Vaya negocio!!!.
   
Esta multinacional ha estado involucrada en muchos escándalos de corrupción, el más reciente las asignaciones de Rusia y Qatar, para los mundiales de 2018 y 2022 respectivamente, donde se sospecha que ha habido mucho dinero de por medio para que fueran elegidas “dedocráticamente”. Estos dos países, tienen unas condiciones territoriales y climatológicas adversas para el buen desempeño de un evento de esta magnitud, sin embargo ahora salen a relucir y se están buscando alternativas, que obviamente se debieron haber considerado antes. Se nota que también el fútbol, un deporte espectáculo, sufre las visitas de los “hombres del maletín”
   
Este Mundial de Brazil 2014 se le ha dado la etiqueta del más caro de todos los tiempos, costo que será pagado por la población más los turistas que lleguen, que serán víctimas de precios sobrevalorados. Se estima que los gastos en obras de infraestructura se acercan a los US$40,000 millones, más que los tres últimos tres mundiales juntos!!!.
   
La construcción de estadios ha sido la actividad más criticada, tanto por los sobrecostés, así como la tardanza en sus entregas. Muchos brasileños se quejan de la construcción del Arena Corinthians en Sao Paulo, donde se celebró el partido inaugural, ya que la ciudad ya contaba con un gran estadio disponible, el gran Morumbí. Así mismo se han construido gigantescos estadios en ciudades muy pequeñas donde lo más probable es que tras el mundial se conviertan en “elefantes blancos”.

En el mundial de Korea y Japón 2002, los estadios costaron US$4,500 millones. Por menos salieron los de Alemania 2006, que ya contaba con una gran infraestructura de fantásticos estadios, unos US$2,200 millones y los de Sudáfrica 2010 salieron por US$2,000 millones. En Brazil, un país de infinita y legendaria tradición futbolística, los doce estadios costaron US$7,700 millones y a eso hay que sumarle unos US$24,000 millones en hotelería y US$12,000 millones en aeropuertos y transportes.

Esto quiere decir, que cada estadio en promedio tuvo un costo de US$625 millones cuando en los últimos mundiales, este costo promedio no llegaba a la mitad. Pero para enardecer más a la población se expropiaron propiedades cerca de las principales vías de comunicación y fueron sacados de los alrededores de los estadios a muchos comerciantes para dar paso a las carpas de comercialización de la FIFA. Decía un reconocido comentarista de ESPN que los Mundiales deberían alternarse entre Estados Unidos y Alemania, países inmensamente ricos, con gran cantidad de buenos estadios, excelentes carreteras y múltiples aeropuertos.

La idea, aunque algo descabellada, se fundamenta en la necesidad de que cada país que opte a la organización de una Copa del Mundo sepa establecer cuáles son sus prioridades, pues las necesidades básicas de cualquier nación nunca deben anteponerse ante cualquier proyecto privado, por mucho que se piense pueda resaltarlo internacionalmente.

Pero mientras tanto, que ruede el balón!!!!!!!

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