lunes, 8 de septiembre de 2014

De un mundial desastroso a la recesión técnica



Brasil, el gigante sudamericano, miembro de los países BRICS, considerados como las economías emergentes, atraviesa un muy mal momento. Además de la desastrosa participación en su propio mundial, donde fueron humillados por la campeona Alemania, han entrado en recesión económica. 

Como dice la popular de canción de Juan Luis Guerra, la guagua carioca va en reversa. Los datos divulgados la semana pasada informan que Brasil ha entrado en lo que se conoce como recesión técnica, o sea, dos trimestres con crecimiento negativo. De Enero a Marzo, la economía retrocedió un 0.2% y de Abril a Junio un 0.6%. Aunque el retroceso no es alto, apenas debajo del 0%, lo que preocupa es que desde 2008 el PIB nunca había caído, cuando la crisis financiera hizo temblar las finanzas mundiales.

Además, esta recesión cae en muy mal momento para la presidenta Dilma Rousseff quien persigue la reelección apenas restando mes para la celebración de las elecciones, que se antojan de por sí muy reñidas ante la presión del Partido Socialista y su candidata Marina Silva.

Las autoridades financieras brasileñas no han perdido el tiempo en echar paños tibios y buscan simplificar la situación bajo una serie de argumentaciones, una de ellas, su propio Mundial.

El responsable de la cartera de Hacienda, El Sr. Guido Mantega ha argumentado que el país está en una especie de “slump” como se dice en el argot pelotero. Ha mencionado que más pronto que nunca el país recuperará el terreno perdido y que terminará este 2014 con un PIB en crecimiento.

Según el Ministro Mantega, este parón se debe en parte a la falta de impulso de la economía mundial que no acaba de salir de la crisis provocada por el desaguisado inmobiliario del 2008 y a la crisis energética provocada por la fuerte sequía que afecta a grandes porciones del país. Pero lo que más nos llama la atención es lo que se refiere al pasado Mundial celebrado en Brasil, una pesadilla que el pueblo difícilmente olvidará.

Según las autoridades, la proliferación de demasiados días de fiesta otorgados por ayuntamientos y el propio Estado durante la Copa el Mundo ha incidido en la recesión. Me parece una gran contradicción, que un evento de este tipo, donde se han (supuestamente) invertido millones en infraestructura y estadios, que debiera dinamizar el consumo y la economía local, sea causa de una recesión.

No hubo copa en Brasil. Así reza el encabezado de un editorial del periódico El País. La situación ha dado la razón a aquella mitad del país que protestó por las ingentes cantidades de dinero que se gastaron en este mundial. Aun así, se espera que en un evento de esta magnitud, donde se movilizan una gran cantidad de turistas, donde una gran maquinaria industrial y comercial es puesta en funcionamiento, debiera estimular fuertemente una economía.

Pero no ocurrió así esta vez. Hubo demasiados días feriados. Se promocionó más de lo debido la juerga, según las autoridades económicas del país. Entonces, ¿por qué se dieron tantos días libres?. La respuesta se ubica en que al faltar algunas obras de infraestructura para la movilización (puentes, metros, carreteras, líneas de autobuses) en cada una de las sedes, evidentes atrasos que se conocían, el gobierno temió que el tráfico aumentara el caos urbano y con ello las manifestaciones de violencia y actos de vandalismo, decidieron mandar a todo el  mundo para su casa!

Como si esto fuera poco, otro gran reto espera a este gran país: Las Olimpíadas del 2016!!!!. Veremos qué pasa!

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