Los grandes deportistas de élite
como Michael Jordan, Usain Bolt, Lionel Messi, Rafael Nadal, Roger Federer,
saben que lo más difícil no es llegar sino mantenerse en la cima. Esto puede
traducirse al mundo de los negocios. La semana pasada, exponíamos las diversas
formas en que un emprendedor puede financiar su idea de negocios. Sin embargo,
una vez puesto en marcha, el verdadero reto es mantenerse en el tiempo con
crecimiento.
Obviamente todo negocio debe
tener un estricto enfoque al cliente para poder sobrevivir. Una de las primeras
medidas que todo emprendedor debe establecer para lograr crecimiento es
construir una visión clara del negocio. Es vital proyectar a un tiempo prudente
a dónde quiere llegar con su empresa. Toda idea de negocios debe tener una
razón de ser y una expectativa de crecimiento. Como decía el gato (más o menos)
de Alicia en el país de las Maravillas “quien no sabe a dónde va, ya llegó”.
En este sentido, otra medida
importante es no perder el enfoque. Muchos emprendedores cometen la novatada de
querer incrementar sus ingresos a corto plazo desviándose de sus objetivos, sin
dejar madurar el fin para el cuál el negocio fue creado. Estas actividades,
como no estuvieron planificadas desde un principio representarán un alto costo
para la empresa.
Desde el punto de vista
financiero, es recomendable que una vez que la empresa empiece a generar
utilidades se establezcan dos tipos de cuentas: una como colchón para
eventualidades y la otra para futuras inversiones. La primera está diseñada
para mantener la operatividad del negocio en caso de imprevistos y la segunda
para poder aprovechar oportunidades en la compra de nuevos activos productivos
en el futuro.
Así mismo, el tipo y las fuentes de
financiamiento tendrán un gran impacto en la sostenibilidad del negocio. Es
importante ser muy exhaustivo en la indagación de facilidades crediticias,
costos, tasas de interés y condiciones de las diversas opciones que ofrece el
mercado. De este conglomerado de alternativas, debe elegir aquella que más se
adapte a la naturaleza de su empresa. Una vez asumidos compromisos financieros,
trate en la manera de lo posible de honrar siempre los pagos, pues si procede
correctamente se le abrirán más puertas con las cuales obtener mejores
condiciones de crédito en el futuro.
Saberse ganar una reputación de
buena paga, es un sello de distinción que le dará grandes beneficios y su
negocio se lo agradecerá. Un empresario malapaga, está condenado a fracasar. No
hay nada peor para un negocio que ser recurrente en atrasos. Por ello es vital
saber pagar los sueldos y las cuentas a proveedores a tiempo, pues sin capital
humano de calidad y sin buenos suplidores, ser emprendedor no tendría sentido.
En los tiempos actuales, la falta
de buenos mecanismos de promoción, pueden echar por la borda muy buenas ideas
de negocios. Como es sabido, las redes sociales y la web atraen miles de seguidores, pero también compradores
y hasta inversionistas. Hay que analizar la posibilidad, de promocionarse a
través de las redes sociales y si su presupuesto se lo permite evaluar la
posibilidad de contar con una buena página en internet.
Nadie se las sabe de todas,
todas. Trate de rodearse de empleados cualificados. Aunque se tenga buenos
criterios de administración, es recomendable algún tipo de asesoría de buenos
profesionales para el manejo financiero de la empresa.
Algo muy importante y que ha
hecho quebrar muchos negocios, es tener una vida desenfrenada y desorganizada.
Uno de los grandes errores que cometen muchos empresarios, es no saber vivir
hasta dónde la sabana le da. Hay empresas que son constantemente desangradas
por la adquisición de activos personales de lujo y completamente innecesarios.
Hay empresarios que recién empiezan a tener utilidades y ya se vuelven locos
comprando yipetas, apartamentos, laptops y viajando a Cancún o Miami de
compras.
Así mismo, un buen negocio debe
abarcar un público determinado, que sea suficiente para mantenerlo. Al
principio, se puede contar con los amigos y relacionados como clientela, pero
en un tiempo prudente debe migrarse a nuevos clientes para subsistir. Un error
muy común que ha hecho fracasar algunos establecimientos, es el otorgamiento indiscriminado
de crédito a amigotes y relacionados, que generalmente no son tan consecuentes
a la hora de pagar las cuentas.
Si la empresa es familiar, debe
quedar muy claro los roles y funciones de cada miembro para evitar que los
problemas familiares afecten al negocio y viceversa. Negocios son negocios y
nadie está exento de responsabilidades y deberes dentro de la empresa. Esto
ayuda a evitar que alguien quiera sobrepasarse y pasarse de listo, sólo por el
hecho de ser familiar.
Y finalmente, manténganse siempre
en el negocio. A los clientes les encanta que le atienda el dueño. En este sentido,
pongo el ejemplo de mi gran amigo y mejor empresario Julián Ochoa, Presidente
de Ochoa Finauto, quien siempre está presto a escuchar las necesidades de sus
clientes, con una gran sonrisa y mucho sentido común. A todo lo anterior,
agregue perseverancia, mucha paciencia, sentido común y amor!!!.
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