Una vez finalizada la Semana Santa, regresamos a la carga con nuevos
bríos y el deseo intacto de contribuir a la administración de su
bolsillo. En este sentido, ya hemos presentado artículos sobre cómo
manejar inteligentemente su tarjeta de crédito. En esta ocasión nos
enfocaremos en el cuidado de la misma.
Desde hace algunos años los delitos relacionados con la copia de la tarjeta y su uso fraudulento se han incrementado exponencialmente. Usted debe ser un guardián férreo de su plástico, en un mundo cada vez más tecnológico existen sofisticadas maneras de que le sea usurpado.
Lamentablemente, la clonación de tarjetas de crédito es relativamente sencilla, sólo hay que obtener la información de la banda magnética y extraer la clave secreta, lo que conocemos como PIN. Según la Agencia Europea de Seguridad de las Redes y de la Información, para obtener un PIN sólo se requiere de un lector, conocido como “Card Skimmer”, que no cuesta mucho y alejar el plástico del tarjetahabiente de manera que no pueda ver la maniobra que no sobrepasa los 15 segundos.
Algo que recomiendan muchos especialistas es no perder de vista la tarjeta cuando usted la entrega para realizar un pago, sobre todo en aquellos establecimientos (como los restaurantes) donde prácticamente usted no ve cuando es pasada por el veriphone.
Aunque le tilden de obsesivo, trate de estar siempre presente cuando le pasen su tarjeta de crédito. También existen otras recomendaciones que es bueno mencionar. Hay personas que cargan con ellas varias tarjetas de crédito o de débito y por lo tanto, memorizar todas las claves les resulta tedioso.
Por tal razón, escriben sus PINs en un pedazo de papel, para llevarlo siempre disponible en la cartera. Es más, un estudio reciente ha demostrado que un 13% de las personas, llevan escritos en papelitos sus códigos de acceso a sus tarjetas de crédito. De buenas a primeras, puede resultar algo práctico, pero en la realidad es un hábito muy riesgoso.
Si un malhechor logra hacerse de su cartera, no sólo obtendrá sus tarjetas, sino que también (Bingo!!!), los códigos de acceso a las mismas. Por ello es también recomendable no andar con todas las tarjetas de crédito, que por cierto hacen demasiado bulto y llaman la atención. El PIN de nuestra tarjeta es la puerta de acceso de nuestro dinero, por ende debemos evitar a toda costa que alguien logre verlo y memorizarlo. Cuando estemos en un cajero automático debemos cerciorarnos que no haya nadie en nuestras espaldas con capacidad de ver los dígitos que estamos tecleando.
Es muy útil tapar con las manos el teclado del veriphone o del cajero automático para entorpecer la vista de aquellos amigos de lo ajeno. Por otro lado, echa siempre un vistazo al cajero automático para determinar si no ha sido adulterado antes de hacer cualquier transacción. Existen dispositivos que son adaptados a los cajeros para lograr quedarse con la tarjeta o en su defecto con la información contenida en la banda magnética. Si usted observa algo extraño o sospechoso en el cajero, desista de su uso e informe a las autoridades.
Cuando estamos en un cajero automático solemos ser muy cuidadosos, sin embargo no obramos de la misma forma cuando estamos en establecimientos comerciales (tiendas, bares o restaurantes), bajamos la guardia y aquí es donde ocurren prácticamente la mayoría de los fraudes.
Desde hace algunos años los delitos relacionados con la copia de la tarjeta y su uso fraudulento se han incrementado exponencialmente. Usted debe ser un guardián férreo de su plástico, en un mundo cada vez más tecnológico existen sofisticadas maneras de que le sea usurpado.
Lamentablemente, la clonación de tarjetas de crédito es relativamente sencilla, sólo hay que obtener la información de la banda magnética y extraer la clave secreta, lo que conocemos como PIN. Según la Agencia Europea de Seguridad de las Redes y de la Información, para obtener un PIN sólo se requiere de un lector, conocido como “Card Skimmer”, que no cuesta mucho y alejar el plástico del tarjetahabiente de manera que no pueda ver la maniobra que no sobrepasa los 15 segundos.
Algo que recomiendan muchos especialistas es no perder de vista la tarjeta cuando usted la entrega para realizar un pago, sobre todo en aquellos establecimientos (como los restaurantes) donde prácticamente usted no ve cuando es pasada por el veriphone.
Aunque le tilden de obsesivo, trate de estar siempre presente cuando le pasen su tarjeta de crédito. También existen otras recomendaciones que es bueno mencionar. Hay personas que cargan con ellas varias tarjetas de crédito o de débito y por lo tanto, memorizar todas las claves les resulta tedioso.
Por tal razón, escriben sus PINs en un pedazo de papel, para llevarlo siempre disponible en la cartera. Es más, un estudio reciente ha demostrado que un 13% de las personas, llevan escritos en papelitos sus códigos de acceso a sus tarjetas de crédito. De buenas a primeras, puede resultar algo práctico, pero en la realidad es un hábito muy riesgoso.
Si un malhechor logra hacerse de su cartera, no sólo obtendrá sus tarjetas, sino que también (Bingo!!!), los códigos de acceso a las mismas. Por ello es también recomendable no andar con todas las tarjetas de crédito, que por cierto hacen demasiado bulto y llaman la atención. El PIN de nuestra tarjeta es la puerta de acceso de nuestro dinero, por ende debemos evitar a toda costa que alguien logre verlo y memorizarlo. Cuando estemos en un cajero automático debemos cerciorarnos que no haya nadie en nuestras espaldas con capacidad de ver los dígitos que estamos tecleando.
Es muy útil tapar con las manos el teclado del veriphone o del cajero automático para entorpecer la vista de aquellos amigos de lo ajeno. Por otro lado, echa siempre un vistazo al cajero automático para determinar si no ha sido adulterado antes de hacer cualquier transacción. Existen dispositivos que son adaptados a los cajeros para lograr quedarse con la tarjeta o en su defecto con la información contenida en la banda magnética. Si usted observa algo extraño o sospechoso en el cajero, desista de su uso e informe a las autoridades.
Cuando estamos en un cajero automático solemos ser muy cuidadosos, sin embargo no obramos de la misma forma cuando estamos en establecimientos comerciales (tiendas, bares o restaurantes), bajamos la guardia y aquí es donde ocurren prácticamente la mayoría de los fraudes.
Por eso es tan importante que los empleados de
estos negocios estén bien entrenados y sepan pedir su cédula para
comprobar que sea usted su verdadero dueño.
Observo con mucha tristeza el enojo o disgusto que muchos compradores exhiben cuando le piden su identificación en un lugar comercial, cuando deberían estar satisfechos que el establecimiento vele por su seguridad.
A veces no falta mucha educación!! Por otro lado, debemos guardar los comprobantes de pago cuando usamos el plástico pues son la mejor y tal vez única prueba del monto, día, hora y lugar de nuestras transacciones, para demostrar nuestros hábitos de compra al banco en caso de robo.
Muchas veces vemos estos comprobantes como papelitos insignificantes cuando en la realidad pueden sacarnos de un atolladero. Con relación al PIN, siempre opte por combinaciones poco frecuentes.
De hecho la mitad de los PINs elegidos por los consumidores de todo el planeta no pasan de 425 combinaciones de casi 10,000 posibles. Para colmo de males, el 20% de los PINs más usados son el 1234, el 1111 o el 0000. Vaya ridiculez!!!.
Finalmente, siempre es importante tomar una actitud austera y sencilla. Si usted es del tipo de personas, cual pavo real, le encanta estar presumiendo lo que tiene, incluyendo sus recursos financieros, como las tarjetas de crédito y débito, irremediablemente será un blanco atractivo de los criminales tecnológicos.
Observo con mucha tristeza el enojo o disgusto que muchos compradores exhiben cuando le piden su identificación en un lugar comercial, cuando deberían estar satisfechos que el establecimiento vele por su seguridad.
A veces no falta mucha educación!! Por otro lado, debemos guardar los comprobantes de pago cuando usamos el plástico pues son la mejor y tal vez única prueba del monto, día, hora y lugar de nuestras transacciones, para demostrar nuestros hábitos de compra al banco en caso de robo.
Muchas veces vemos estos comprobantes como papelitos insignificantes cuando en la realidad pueden sacarnos de un atolladero. Con relación al PIN, siempre opte por combinaciones poco frecuentes.
De hecho la mitad de los PINs elegidos por los consumidores de todo el planeta no pasan de 425 combinaciones de casi 10,000 posibles. Para colmo de males, el 20% de los PINs más usados son el 1234, el 1111 o el 0000. Vaya ridiculez!!!.
Finalmente, siempre es importante tomar una actitud austera y sencilla. Si usted es del tipo de personas, cual pavo real, le encanta estar presumiendo lo que tiene, incluyendo sus recursos financieros, como las tarjetas de crédito y débito, irremediablemente será un blanco atractivo de los criminales tecnológicos.
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