martes, 30 de abril de 2013

ASIMETRIAS DE LOS BANCOS CENTRALES. Miércoles 1ero. de mayo



Según Wikipedia, el Banco Central es la institución que en la mayoría de los países ejerce como autoridad monetaria y como tal suele ser la encargada de la emisión legal del dinero y la ejecución de las políticas monetarias. Suelen ser entidades de carácter público y se dice que en la práctica son instituciones autónomas e independientes del gobierno.

En los Estados Unidos lo que sería su Banco Central es una institución cuasi gubernamental conocida mundialmente como la Reserva Federal (FED), con sede en Washington. En Europa existe el Banco Central Europeo (BCE) que es el Banco Central de la Unión Europea, encargado de manejar la política monetaria de los 17 países estados miembros de la Eurozona. Fue creado en 1998 por el Tratado de Ámsterdam y tiene su sede en Fráncfort, Alemania.

La actual creencia dominante es que los bancos centrales debieran ser entidades independientes del poder político, para evitar que los mismos manipulen las políticas económicas para su propio beneficio. Los bancos centrales independientes deberían ser entidades comprometidas con buenas estándares de calidad humana, baja inflación y pleno empleo.

Sin embargo, tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo, no han tenido una buena actuación durante la crisis que estamos hoy viviendo desde que estallara la burbuja inmobiliaria en 2008.

La razón???. Estas entidades habían sido captadas por los tentáculos del poder del sector financiero, obedeciendo ciegamente a sus intereses y dando excedentes beneficios a los grandes grupos bancarios. Los bancos querían y lograron un mercado financiero desregulado, poca supervisión y exceso de liquidez para prestar a diestra y siniestra. A todo esto, no se dio ninguna importancia a las pérdidas del consumidor por las prácticas abusivas de los bancos a través de préstamos usureros e imprudentes que afectaron los bolsillos del contribuyente.

Como podemos ver, tenemos un supuesto organismo regulador que sirve a aquellos a los que supuestamente debe regular. En Estados Unidos, por ejemplo, la elección de los miembros de la Reserva Federal pasa por la aprobación de Wall Street, el cual si llega a detectar algún elemento con un criterio diferente al suyo, es apartado y rechazado.

Se supone que una entidad tan importante como la Reserva Federal debe contar con los mejores técnicos y expertos para realizar con responsabilidad sus funciones, pero lamentablemente el supuesto equipo de “expertos” son personajes que tan sólo comparten sus ideas acorde a sus intereses y su ideología.  Según Joseph Stiglitz, a los jefes de la Reserva Federal les fascina creerse que están por encima de la política, pues les conviene no tener que rendir cuentas.

En un sistema democrático que se respete, una institución pública debe tener algún grado de responsabilidad y de hecho un banco central es una entidad pública, por más que se quiera demostrar lo contrario. Debe haber supervisión para que no ocurran irregularidades y que la misma funcione acorde al interés general. Esto no ocurre así pues el comité que establece las políticas monetarias en la FED es totalmente anti democrático, poco transparente y no les da la gana de rendir cuentas. 

Un banco central independiente, a servicio del sector financiero, no tiene más remedio que tomar decisiones que representan los ideales e intereses de ese sector, y como hemos comprobado, estas han sido orientadas a crear una mayor desigualdad y a la destrucción del empleo. Por ello es más que obvio, que un personaje como Alan Greenspan, que dirigió por tanto tiempo la FED no haya logrado algún tipo de estabilidad económica bajo su mando.

En Europa, el BCE también refleja la mentalidad  de los bancos y de la comunidad financiera. Su deplorable reacción a la crisis de la deuda iniciada en Grecia en 2010, después por Irlanda y Portugal, pasando por España e Italia y recientemente en Chipre manifiesta un desempeño poco menos que mediocre. Su papel en el manejo de la crisis denotó ambigüedad y bastante improvisación, pues argumentaron al principio que la crisis griega era tan sólo un caso aislado de malas prácticas financieras locales, cuando en realidad es un problema estructural del sistema del Euro.

Pero donde los bancos centrales han fallado contundentemente ha sido en la prevención de la destrucción del empleo. En una falta de total de enfoque, por años le han dado mayor peso específico al tema de la inflación que a la sostenibilidad del empleo. Existe una especie de pavor generalizado cuando se plantea el tema inflacionario, y aunque es un problema muy delicado muchas veces no es el más importante. Por ello es que, como dice Stiglitz, es sencillamente falso que la mejor manera de mantener un nivel de empleo alto y un fuerte crecimiento sea centrarse en la Inflación. Sólo pregúntele a un desempleado de larga duración en España que prefería, otro año sin empleo o un aumento moderado de la inflación. La respuesta resultará más que obvia.

Para la gran mayoría, su salario es su principal fuente de ingresos. Las políticas macroeconómicas y monetarias ahora adoptadas han hecho un aporte funesto al desempleo y con ello mayor desigualdad. En los últimos años, las autoridades monetarias no han logrado generar estabilidad a largo plazo y cuando la hubo, era consecuencia de una burbuja. Por lo tanto, estimamos que es una prioridad una verdadera democratización de los bancos centrales, que adopten medidas que reduzcan las desigualdades existentes

No hay comentarios:

Publicar un comentario