martes, 9 de abril de 2013

Pescanova. Martes 9 de abril del 2013

Si  usted es un cliente asiduo del Supermercado Nacional, es muy probable que en la sección de congelados se haya encontrado con algunos de los productos de esta empresa española. Pescanova es un clásico de los hogares españoles. Varias generaciones de ciudadanos ibéricos han consumido los sabrosos productos de esta multinacional gallega, con sus simpáticos personajes el Capitán Pescanova y Rodolfo El Langostino, como cabezas visibles.
  
 La empresa inició sus operaciones hace 52 años, con la construcción del primer buque congelador del mundo, con capacidad de almacenar 250 toneladas de pescado congelado. Actualmente cuenta con una flota de alrededor de 100 buques que recorren medio mundo, mientras la empresa atraviesa su mayor crisis financiera.
   
Su fundador, el Sr. José Fernández López, padre del actual presidente Manuel Fernández De Sousa, constituye la empresa en 1960 con el nombre de Sociedad Anónima Pescanova, con sede en Vigo, uno de los mayores puertos pesqueros de España y Europa. Pescanova es la más importante empresa pesquera de Europa, por lo tanto uno de los más grandes grupos empresariales españoles, con presencia en más de 20 países en los cinco continentes.
   
Sin embargo, la inmisericorde crisis que afecta a España ha tocado a esta gran empresa alimenticia que ha ocasionado una reducción en sus ventas. El pasado 28 de febrero la empresa anunció que sus cuentas no cuadraban, solicitando al día siguiente el preconcurso de acreedores, lo que causó la suspensión de su cotización en la bolsa por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hasta el pasado 4 de marzo.
  
 Resulta que después de allí la empresa inició un drástico descenso de su valor en bolsa de un 66%, pues la misma no había podido todavía aclarar un sospechoso problema de cuadre de cuentas, por lo que no había sido posible presentar sus estados financieros del 2012. En este sentido la CNMV volvió a suspender su cotización en bolsa.
   
El problema es que a septiembre del 2012 la empresa tenía registrado en sus libros deudas por 1,522 millones de euros, sin embargo sus 45 bancos acreedores piensan (y temen) que la deuda pueda superar los 2,500 millones de euros!!!!!. Estos bancos han creado un comité de seguimiento y han contratado a KPMG y otras firmas con el fin de escudriñar las cuentas de la compañía.
   
En una histórica reunión de más de 12 horas realizada el pasado viernes 5 de abril, el Consejo de Administración de la entidad, en el último día de plazo que disponían para la presentación de cuentas, decidió presentar de forma voluntaria la declaración de concurso de acreedores tras la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los bancos y con el objeto de salvaguardar su continuidad operativa.           

 También se tomó la decisión de prescindir de los servicios de su empresa auditora BDO y la rápida contratación de un auditor forense.
  
 El concurso de acreedores es la figura jurídica a la que se acogen las empresas cuando son o están a punto de ser insolventes, es decir, no pueden pagar sus deudas. El concurso les permite congelar el pago de los créditos. Un equipo externo evalúa si su estrangulamiento financiero es pasajero o no.
  
 La dimensión de esta crisis puede tener consecuencias funestas para la ya delicada situación financiera española, con un desempleo en records históricos. En tal sentido, la Xunta De Galicia, el CNMV y el gobierno central, exigen a la Junta de Directores de la empresa la aclaración inmediata de sus cuentas y que dejen de estar manejándose con ese hermetismo sospechoso.
    
Pescanova cuenta con 10,300 empleados en todo el mundo, de ellos 1,300 en España, puestos de trabajo que hoy en día corren peligro de perderse. Algo fácil de deducir, es que algo “huele mal”en las finanzas de la empresa y se teme estén ocultando más deudas millonarias. Este (doloroso) caso es una consecuencia más de las imprudencias cometidas durante el periodo de falsa bonanza que vivió España y el mundo, con la desregulación de los mercados y la burbuja inmobiliaria.        

En lo personal, este caso toca muy de cerca, pues dadas mis raíces gallegas, conozco la importancia de Pescanova como un orgullo regional, símbolo del empresariado gallego.
   
Finalmente, expongo un párrafo del libro de Joseph Stiglitz sobre la crisis financiera que podría explicar lo ocurrido a esta empresa: “Todo préstamo tiene un prestamista por voluntad propia y un prestatario por voluntad propia; se supone que los bancos son expertos en finanzas, que conocen la cuantía de la deuda a la que pueden hacer frente los individuos. Pero un sistema financiero distorsionado ponía más énfasis en las comisiones iniciales, que se reflejaban rápidamente en la cuenta de resultados del banco, que en las pérdidas que podían reflejarse más adelante”.

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