Estamos en las postrimerías de este 2013. Un año que puede
considerarse de preámbulo para un 2014 de mayor crecimiento y más estabilidad.
En los Estados Unidos, el
crecimiento del PIB se coloca en un inesperado 4.1%, cuando el cálculo se
estimaba en un 3.6%, siendo el nivel más alto en dos años. Aparentemente los
fantasmas de la crisis financiera del 2008 empiezan a disiparse. Un dato que ha
ayudado a este incremento es la reducción de la tasa de desempleo que se ha
ubicado en el 7%. Además la Reserva Federal, ha anunciado que reducirá
parcialmente su plan de estímulos a la economía debido a la consolidación de la
recuperación. Así mismo la inversión privada ha subido hasta 4.8% y la demanda
interna se coloca en el 2.3%, por encima del 1.8% pronosticado. Estos datos
deben ser vistos con optimismo en nuestras tierras por la ya obvia y fuerte
relación comercial que tenemos con los gringos.
En Europa, aunque existen aún
algunos desequilibrios como la alta tasa de paro, en términos generales existe
una alta tendencia a la estabilización, básicamente en España e Italia que
están marcando el camino de la recuperación.
En términos de la región, la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su último
informe indicó que América Latina y el Caribe crecerán un 3.2% en el 2014,
cifra superior a la prevista que era de 2.6% debido a un mejor escenario
económico internacional y la expansión del consumo.
En nuestro país, el 2013 empezó
mal con una contracción aguda de la producción y el consumo que llevó al
gobierno a establecer medidas de flexibilización financiera para incentivar la
economía y evitar una recesión. Una de las medidas más trascendentales fue la
reducción del encaje legal que logró en cierta manera revertir la situación,
pero no con resultados contundentes, ya que hubo que hacer un reajuste en la
política económica para evitar que el aumento de la tasa del dólar se saliera
de control, lo que contrajo en cierto grado la actividad económica, la cual
parece volver a reactivarse tras el anuncio de fuertes inversiones públicas y
la entrega de la regalía pascual.
El gobierno del Sr. Danilo
Medina, entiende que el 2014 será un buen año pues se esperan fuertes
inversiones y una mayor estabilidad en las tasas de interés y la prima del
dólar. Además la tasa de inflación
cerrará dentro de los niveles estipulados y no se esperan mayores sustos en
este apartado. Aprovecho la ocasión para sugerir que esos vientos de
crecimiento y estabilidad lleguen a nuestra hidalga provincia, pues es mucho lo
que la Administración Central nos ha quedado a deber y se realicen las ya
prometidas inversiones, como la terminación de la tan anhelada Circunvalación
Norte. Pero que no sólo se limiten a esto, sino que exista un programa amplio
de inversión para Santiago y el Cibao.
En términos fiscales, la mal
llamada reforma fiscal del 2012 no ha tenido el efecto esperado en recaudación
debido a que durante su proceso de implantación ha sufrido tanto modificaciones
como supresiones, que la han hecho distar muchísimo de la propuesta original,
lo que lleva al gobierno a buscar nuevas alternativas que no fomenten tanto la
concentración del fisco, como ocurre actualmente y fue expresado recientemente
por el director de la DGII.
No obstante, existen serias anomalías
en el tren gubernamental que deben ser solucionadas para el bien de nuestra
sociedad. La Delincuencia sigue azotando a una población que cada día más se
siente desamparada ante la falta de una gestión policial eficiente. Es ya una
necesidad de Estado la reestructuración de la Policía Nacional.
Así mismo, el gobierno debe dar
un golpe de efecto y empezar de buena vez a destituir funcionarios ineptos,
estúpidos e ineficientes en posiciones claves y poner personas capacitadas y
comprometidas con el bienestar del país. La Corrupción y la Impunidad siguen
siendo el talón de Aquiles de la actual gestión, y ya es justo que el pueblo
dominicano cuente con un equipo gerencial noble y efectivo que maneje nuestras
instituciones públicas, no la banda de forajidos que existe actualmente, que se
creen dueños del erario público.
El flagelo del desempleo debe ser
atacado de manera diferente a través de programas enfocados a la verdadera
potenciación de las MIPYMES, la reestructuración de la oferta académica,
inserción por ley de un programa de primer empleo, fomento de las inversiones
internas y externas, la diversificación de la oferta turística a través de la
promoción del turismo cultural y ecológico, etc.
Finalmente, este país necesita de
un cambio sustancial en su mecanismo de desarrollo de la Educación. Nada de lo anteriormente descrito
será posible con un país mal educado. La Educación debe ser la prioridad de
este gobierno, y aunque en este 2013 se han logrado avances, es mucho lo que
hay que hacer, pues sólo hay que salir a nuestras calles para ver lo mal que
andamos.
En definitiva, este 2013 puede
catalogarse como un año de transición, pues de un inicio de 2013 lúgubre, lo
finalizamos con mejores datos económicos y con una marcada tendencia a la
recuperación y el crecimiento. Ojalá que así sea. Desde esta humilde columna,
le deseamos al valiente y sufrido pueblo dominicano unas felices fiestas y un
2014 llena de buenos proyectos, y sobre todo mayor Educación, que es la clave
para una sociedad en Paz.