jueves, 24 de octubre de 2013

WARREN BUFFET, LO HACE OTRA VEZ!!!



La verdad que Warren Buffet es un personaje único y fascinante. Es considerado el más grande inversionista de la historia lo que le ha permitido ser uno de los hombres más ricos del mundo. Sin embargo, mantiene un porte sencillo, más parecido al de un viejo profesor de universidad que de un mega millonario. Es un tipo bastante autocrítico y no le gusta la ostentación.

Buffet nació en 1930 en un pueblito de Nebraska llamado Omaha. A la temprana edad de once años ya estaba ganando dinero vendiendo botellas vacías de refrescos. A los once ya estaba realizando sus primeras compras de acciones. Aunque no quiso ir a la universidad su padre lo obligó a matricularse en la Universidad de Nebraska y asistió a la prestigiosa escuela de negocios Wharton. Fue un fiel seguidor de Benjamin Graham, el más alto gurú de inversión de la época para quien trabajó algunos años. Hizo su Maestría en Economía en la Universidad de Columbia, luego de ser rechazado por la escuela de Negocios de Harvard, cosas de la vida.

En 1962 compra una alicaída empresa textil llamada Berkshire Hathaway ubicada en Massachusetts, a la cual pudo mejorar su flujo de efectivo hasta convertirla en el buque insignia de las empresas de inversión y una de las más exitosas de todos los tiempos. Las estrategias de inversión de Buffet son asombrosamente sencillas. Sólo invierte en empresas que entiende, en buen dominicano “no se aloca en vainas raras”. Su portafolio de negocios, el cual está por encima de los US$100,000 millones, está compuesto mayoritariamente por empresas que Buffet entiende perfectamente y que tienen altas expectativas de crecimiento a largo plazo. Es muy conocida su técnica de uso de los estados financieros de las empresas para descubrir aquellas que tengan una ventaja competitiva a largo plazo, es decir que estén permanente en la mente de los consumidores como Coca Cola, Mc Donald´s, American Express o Hershey.

Warren es famoso por ser como el salmón, le gusta ir en contra de la corriente y hace normalmente lo opuesto que hacen los inversionistas tradicionales. Por esto no es frecuente ver entre sus inversiones a empresas “dotcom” e involucrarse con derivados financieros. Para él las efervescencias de las acciones en empresas tecnológicas no son una buena inversión. En el general de los casos sus conclusiones de inversión son acertadas, por ello se le conoce como el “Oráculo de Omaha”.

En este sentido, durante la crisis financiera que inició en el 2008, Warren Buffet prestó asistencia financiera a un grupo de grandes empresas que estaban en la cuerda floja. Este apoyo ha dado sus frutos y le ha concedido la friolera de RD$10,000 millones en beneficios, esto es cerca del 40% de lo invertido durante la crisis, según un reciente análisis de Wall Street Journal.

Esta interesante apuesta confirma una de sus más ingeniosas frases “Sea temeroso cuando otros son codiciosos, y codicioso cuando otros sean temerosos”. Durante la gestación de la gran burbuja inmobiliaria, donde los grandes bancos perdieron la cabeza con negocios tóxicos movidos por su ansia desmedida de lucro, el gran Warren se mantuvo al margen. Una vez desinflada la burbuja y los bancos con “el rabo entre las piernas”, el viejo sabio salió de compras.

Recientemente la gran empresa fabricante de chocolates tan famosos como Milky Way, Snickers, M&M´s y Twix, le devolvió los US$4,400 millones que le prestó en 2008, generándole unas ganancias de US$680 millones.

Si se compara con el mega rescate que la administración Bush le dio al sistema financiero a través del programa TARP, el retorno del gobierno fue de US$50,000 millones para un retorno del 12%, mucho menor a la rentabilidad obtenida por Buffet.

Otras empresas siguieron los pasos de Mars y durante lo peor de la crisis solicitaron al gran inversionista que les echara una mano. Era importante para ellas, no sólo la asistencia económica, sino la confianza de Buffet en sus perspectivas a largo plazo. En seis importantes acuerdos, Berkshire Hathaway invirtió alrededor de US$26,000 millones en otras entidades como General Electric, Dow Chemical, la reaseguradora suiza Swiss RE, Bank of America y el gigantesco banco de inversión Goldman Sachs.

El más reciente fue un préstamo al Bank of America por US$5,000 millones. A la gigante de la química Dow Chemical, le endosó US$3,000 millones para la adquisición en el 2009 de Rohm & Haas. A Goldman Sachs, el controversial banco de inversión, acusado de irregularidades durante la crisis sub prime, Berkshire invirtió US$2,100 millones en acciones, convirtiéndose en accionista mayoritario, al cual ya se le habían prestado US$5,000 millones en el 2008, para sacarlo del atolladero.

Como hemos podido comprobar, el “oráculo de Omaha” ha puesto otra vez sus conocimientos a funcionar, lo que le ha generado un altísimo retorno sobre su inversión original. Mientras todo el  mundo financiero estaba de capa caída, el amigo Warren, salió de cacería. Además, es un tipo sumamente caritativo, que ha sabido otorgar el 85% de su fortuna a obras de caridad. A pesar de que sobrepasa ya los 80 años de edad, parece que el gran sabio, seguirá dando batalla

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