En este mes de octubre se cumplen
dos años del fallecimiento del gran Steve Jobs. Ya desde agosto del 2011 existía
una gran incertidumbre sobre su salud, ya que debió renunciar a su cargo como
principal ejecutivo de Apple por un recrudecimiento de su cáncer de páncreas.
Poco tiempo después el mundo recibiría la triste noticia de su muerte. Este
hecho llenó de luto a toda la comunidad empresarial y tecnológica, no sólo en
los Estados Unidos, sino en el mundo entero. La herencia y legado de Steve Jobs
son inmensos, pues es de aquellos grandes revolucionarios, que son como los
eclipses totales de sol, no se ven con frecuencia.
Steve Jobs fue dado en adopción
al matrimonio de Paul y Clara Jobs pues su madre biológica era soltera y no
podía asumir tal compromiso. Desde muy joven presentó características que lo
harían un personaje sumamente especial, era inconforme y curioso. Empezó a
trabajar como técnico en Atari, la famosa empresa que fabricaba aquellas viejas
consolas de videojuegos tan famosos como Combat, PacMan, DonkeyKong y Space
Invaders. Desde entonces siempre estuvo obsesionado con todo aquello que oliera
a computadoras.
Como todos sabemos, junto a Steve
Wozniak, fundó la empresa Apple que nace en el garaje de los padres de Jobs.
Desde entonces desfilarían por la empresa diferentes estilos de computadoras
como la Apple I, la Apple II y las II+. Pero el gran salto de la empresa surge
cuando Jobs hace una visita a Xerox y conoce la Xerox Alto, la primera
computadora con interfaz gráfica de usuario.
Luego nace la otrora famosa
Macintosh y en 1984 sale al mercado su nueva estrella, la Apple Mac. En 1985 es
expulsado de su propia empresa por desavenencias con su director ejecutivo John
Sculley. Durante los 10 años que estuvo fuera de Apple, funda NeXT y le compra
a George Lucas (el de la Guerra de las Galaxias) la célebre productora de
películas animadas Pixar. Para 1996, y cual chapulín colorado, regresa a Apple
para rescatarla de una quiebra inminente. Una de las primeras medidas fue
desmontar la burocracia establecida por sus antecesores, todos los proyectos
poco productivos fueron echados a la basura y los cañones fueron enfilados a
proyectos más novedosos. De aquí nacen productos tan revolucionarios como la
Imac, el IPOd, que vino a transformar para siempre la forma de escuchar música;
El Iphone, que dejó atrás a todos los teléfonos celulares y más recientemente la
tableta o IPAD, pretendida prácticamente por todo ser humano en los cinco
continentes.
Steve era de otro mundo, un
trabajador infatigable, aún en la enfermedad, con una inteligencia sumamente
profunda y un poder de persuasión tremendo. Era empresario obstinado, sagaz e
incansable. Como jefe era sumamente exigente, agotador y perseverante, hasta el
punto del desquicio. El tipo era una esponja, todo lo que veía y leía lo
absorbía y asimilaba con una velocidad pasmosa. Pero sobre todo era un
visionario gran hombre de negocios. Su visión de negocios puede y debe
considerarse como una de las más trascendentales de todos los tiempos, pues sus
ideas cambiaron la forma en la que nos comunicamos e interactuamos.
Después de su desaparición se
temía mucho sobre el futuro de Apple, pues era de cultura general aquello de
que Apple es a Steve Jobs, como Steve Jobs era a Apple. Dos años después y bajo
el mando de Tim Cook la empresa se han convertido en la más valiosa, superando
a la gigantesca petrolera Exxon Mobile y la archifamosa Coca Cola. Como se
puede apreciar, hasta el momento la empresa ha mantenido su brillantez y
popularidad. Y es que los seguidores de Apple se asemejan más a una secta
religiosa que a simples consumidores de productos, llegando al borde de la veneración
y el culto.
Steve, un ser humano formidable,
adorado por muchos, odiado por otros, pero todo un visionario que supo hacer de
sus ideas un estilo de vida.
Pero de todos sus atributos, para
un servidor el más trascendental eran sus dotes de líder motivador. Con su luz
encumbraba de entusiasmo y abrazaba de energía a todos los que le rodeaban. Un
profesional obsesionado con la productividad y los detalles. Esta cualidad está
y estará siempre presente en sus productos, fabricados con un calidad que roza
la perfección y llenos de grandes detalles, pero donde primaba sobretodo la
sencillez. Este estilo de trabajo entusiasta y motivador, es la “chispa
adecuada” que transformaba a los empleados de Apple en seres especiales,
miembros de una élite profesional única.
Steve nos exhortaba a
“mantenernos siempre hambrientos, siempre insensatos”. Así mismo decía “Lo
simple puede ser más difícil que lo complejo: tienes que trabajar duro y
mantener tu mente clara para hacer las cosas simples. Vale la pena llegar hasta
el final, porque cuando terminas puedes mover montañas». Una de sus discursos
más aclamados, fue el que dio en la Universidad de Stanford donde expresó lo
siguiente: “Tu tiempo es limitado, no lo malgastes viviendo la vida de otro. No
te quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías.
No dejes que los murmullos de las opiniones de los demás acallen tu voz
interior. Y lo que es más importante: ten el coraje para hacer lo que te dicen
tu corazón y tu intuición. De algún modo, ellos saben lo que realmente quieren
llegar a ser. Todo lo demás es secundario».
Si cada profesional dominicano,
así como la clase trabajadora, asumiéramos como nuestra un poco de la filosofía
de Steve Jobs, seguro que hoy en día seríamos una nación sumamente competitiva
y un modelo de gestión a nivel mundial.
Descanse siempre en paz Steve Jobs!!!
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