jueves, 7 de marzo de 2013

STEPHANE HESSEL, DE LA RESISTENCIA A LA INDIGNACION. En esta ocasión presentamos la vida y obra de este gran humanista, redactor de la Declaración de los Derechos Humanos y gran inspirador de las movilizaciones pacíficas de protestas contra la crisis en toda Europa.



Es muy probable que el nombre de Stéphane Hessel no sea muy conocido en nuestro país pero este gran hombre ha sido uno de los más grandes inspiradores socio culturales de los últimos tiempos. Fue autor del pequeño pero genial libro Indignez-vous!! (Indignaos) que fuera la chispa motivadora de los movimientos de protesta pacífica, tanto en España, Grecia y otras partes de Europa. Fue uno de los principales actores de la Resistencia contra los Nazis, gran humanista y diplomático, fue un gran defensor de los Derechos Humanos y la Libertad.


Nació en Berlín en 1917, miembro de una familia judío-alemana que se instaló en París en 1925. De padre escritor y madre pintora, se hizo ciudadano francés en 1937, convirtiéndose en un gran activista tomando cursos con Maurice Merleau-Ponty y leyendo los libros de Jean-Paul Sartre. En 1941 se enroló en la Resistencia francesa como agente secreto, bajos las órdenes del General Charles de Gaulle. En 1944 fue atrapado por la Gestapo y enviado a un campo de concentración, donde fue torturado. Sin embargo, logra escapar gracias a un cambio de identidad para sumarse a las tropas norteamericanas que entraron en París en 1945.


Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial inicia su carrera como diplomático y viaja a Nueva York, donde coordinó la redacción de la Declaración de los Derechos Humanos que fueron aprobados en 1948. Ha servido como mediador en muchos conflictos nacionales e internacionales y se convierte en un símbolo del Humanismo y la Justicia Social.

Ha trabajado como embajador a las órdenes del gran François Miterrand, galardonado con la Legión de Honor por Jacques Chirac, siempre obró con humildad, sin dejarse arropar por los honores concedidos. En 2012 apoyó a François Hollande, por sus intenciones de un cambio político en Francia.


A pesar de ser un hombre bastante mayor, se mantuvo viajando concediendo entrevistas y dando conferencias. De mente muy abierta, espíritu noble y alma aventurera, con una inteligencia mayúscula y gran amante de la cultura, fallece el pasado 27 de febrero a los 95 años de edad.


Su obra Indignez-vous!! (Indignaos!!), se ha convertido en un impresionante éxito. Este libro de tan sólo 32 páginas es uno de los principales referentes de los movimientos de jóvenes indignados en Europa.  Fue escrito en Francia en Diciembre del 2010, donde ha vendido hasta el momento tres millones de ejemplares. Así mismo, se ha traducido a varios idiomas en más de treinta países.


La versión en español se editó en febrero del 2011 de la cual se han vendido más de quinientos mil ejemplares. Aunque el libro está basado en la problemática de la política francesa, sirvió como catalizador para el movimiento de los indignados en España mejor conocido como 15-M. La obra fue el referente que dio el nombre de Indignados para los miles de jóvenes que desde el 15 de mayo del 2011 se han manifestado en las calles españolas en contra de la crisis financiera y el desempleo.


El libro promulga la rebelión pacífica contra las injusticias sociales, sirvió para dar aliento y fortaleza a las reivindicaciones de los manifestantes. El mensaje, simple y llano, refleja la indignación producida por la pérdida de los valores y la degradación de nuestro sistema socio-político. Con su obra, Hessel, solicita a nuestros jóvenes no ser indiferentes y les anima la movilización pacífica. 


Otras obras de Hessel son sus memorias “Mi baile con el siglo”, “El Camino de la Esperanza” y “Comprometeos”, una especie de segunda parte de “Indignaos”. Aún en edición se encuentra su último libro No os Rindáis: Con España, en la frontera  por la Libertad y el Progreso, que sigue el mismo modelo de “Indignaos”, muestra una posición muy dura sobre cómo se está haciendo las cosas y llama a la juventud a implicarse, a no retirarse de la política.


En un país como el nuestro, donde lamentablemente no estamos acostumbrados a exigir nuestros derechos y mucho menos a pasar factura al quehacer de nuestros políticos, la lectura de esta obra puede ser una fuente de inspiración para todo aquel dominicano que se sienta inconforme sobre cómo se comporta nuestra sociedad ante las injusticias sociales y para exigir de manera pacífica la reivindicación de derechos tan elementales como una educación de calidad y un sistema de salud eficiente.


Vivimos tiempos donde la indiferencia es parte integral de nuestro “modus operandi”, nada nos importa, nada nos conmueve, nada nos hace brincar de nuestras sillas para decir basta ya!!!!. Contemplamos como bueno y válido que nos robemos los semáforos en rojo, que nos obstruyan las aceras con basura y negocios informales, que un vecino inescrupuloso nos arrebate el sosiego con un bachatón a alto volumen, que los políticos nos vean las caras de tontos, que nos den un mal servicio en un restaurante o tienda, y un largo etcétera.


Una nación que no sepa exigir sus derechos será condenada al servilismo. No deseo eso para la República Dominicana, pero sólo hay que darse un “paseo” por nuestros periódicos y noticieros para darse cuenta que vivimos atrapados en la cultura del caos, la improvisación y el desorden generalizado. Pero hay una luz en el camino representado por el movimiento que reivindicó el 4% por la Educación y las manifestaciones voluntarias y pacíficas como consecuencia del desaguisado de la Reforma Fiscal.


Son señales muy tenues aún de que existe un mínimo de ciudadanos indignados de tanta vagabundería y que desea un futuro mejor para nuestro país. Hay que protestar cuando nuestros derechos son ultrajados, sino viviremos en un círculo vicioso de indigencia emocional. Ya lo decía Stéphane Hessel: “Las sociedades actuales están perdidas, se preguntan qué hacer para encontrarse y buscan un sentido a la aventura humana”

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