MEDALLAS OLIMPICAS
Les escribo esta nueva entrega desde la comodidad de mi hogar, recién terminando de ver la grandiosa final de baloncesto masculino de los juegos olímpicos de Londres 2012, a la espera de la maratón y la ceremonia de clausura. La selección española de baloncesto, con el gran Pau Gasol a la cabeza, cayó derrotada por poco margen frente al “Dream Team” norteamericano. Por cierto, nada que ver con el “Dream Team” de Barcelona 92 de Jordan y “Magic”Johnson.
Creo que han sido unos maravillosos juegos, digno de una sociedad tan organizada como la británica. En el plano local, fuimos testigos de una gran hazaña que debe ser y es un gran orgullo para todos los dominicanos, me refiero a la medalla de oro obtenida por Félix Sánchez en la final de los 400 metros con vallas. No recuerdo un evento deportivo que haya generado tantas expectativas en nuestro país. Esa tarde de lunes, el país prácticamente se paralizó para ver con alegría y lágrimas la gran victoria de SuperSánchez. Pero más emoción nos causó sin lugar a dudas la esplendorosa ceremonia de entrega de medallas, donde con mucho orgullo pudimos escuchar las hermosas notas de nuestro himno nacional.
Como si fuera poco, un jovencito de apenas 18 años, oriundo de Bayaguana nos regalaba una alegría más con la obtención de una honrosa medalla de plata en los 400 metros planos. Este logro de Luguelín Santos, nos augura un futuro muy halagüeño para el atletismo dominicano. Así mismo debemos destacar la labor de nuestro equipo de volleyball femenino que puso muy alto el nombre de nuestro país. Lamentamos profundamente la lesión de Gaby Mercedes, pues se nos escapaba así una medalla más.
Caso aparte es el de Yamilet Peña, nuestra única gimnasta olímpica, que ocupó en estas olimpiadas el sexto lugar en el mundo. El grado de dificultad para poder haber llegado a esta posición se puede considerar una verdadera hazaña, dado el pírrico y vergonzoso apoyo económico que recibe de nuestras autoridades. Esta heroína del pueblo dominicano, a fuerza de voluntad y un gran corazón, además de una madurez poco común en personas de su edad, ha sabido mantenerse firme en sus convicciones. El sueldo que recibe como atleta es de sólo US$75 al mes y las instalaciones donde practica tienen más de 10 años, o sea, prácticamente obsoletas para las exigencias de este deporte de alta competición. He visto esta semana dos entrevistas que le hicieran en la televisión y me dio mucha pena ver donde vive con sus padres, un verdadero “cuchitril”, lo que ha enardecido a la sociedad y ha propiciado una campaña llamada “Una casa para Yamilet”
Cuando vi por televisión las instalaciones del pabellón de Gimnasia en el Parque del Este, me indigné. Todas las máquinas derruidas, la colcha de gimnasia rítmica no le cabe más remiendos y la colchoneta donde debe aterrizar después de sus saltos, es francamente una porquería. Me disculpan el término, pero es así. En nuestro país, lamentablemente se le da muy poco seguimiento y mantenimiento a las instalaciones deportivas una vez inauguradas, las cuales se deterioran con una rapidez espantosa. En Santiago, en 1986, fuimos sede de los juegos centroamericanos y del caribe para los cuales se construyeron unas magníficas instalaciones las cuales conocemos como La Barranquita. Hoy en día, lo que pudo ser un gran centro regional de deportes, es actualmente un gran área en ruinas.
Nuestro país, carece de estrategias para fomentar y desarrollar deportes de alta competición desde etapas tempranas, como ocurre en la gran mayoría de los países desarrollados. Los niños y niñas chinos por ejemplo, son desde pequeñitos evaluados para determinar sus talentos en distintas áreas del deporte, y con una fuerte inversión son entrenados y desarrollados, con excelentes instalaciones y una alimentación de calidad, hasta convertirlos en atletas de alto rendimiento. Este desarrollo incluye también a sus familias, las cuales reciben subvenciones y beneficios por parte del gobierno.
Cuando escucho que por cada medalla de oro, se otorgarían diez millones de pesos, la verdad que me quedé atónito. No fuera mejor usar esos fondos para desarrollar desde la niñez a nuestros atletas???. Y no es que no lo merezcan, pero es que siempre sale a resaltar el clientelismo y la desfachatez de nuestras autoridades, cuyas ideas cortoplacistas deslucen nuestra participación en las grandes citas deportivas. Hemos tenido una gran cantidad de grandes deportistas, muchos de ellos de élite que han fallecido en el más mísero ostracismo.
Si queremos tener más medallas, debemos dejar de pensar a corto plazo, y establecer una gran estrategia de desarrollo a largo plazo, con una inversión eficaz en el talento deportivo dominicano y no construyendo instalaciones deportivas para salir del paso. Estos pocos atletas que participaron en Londres son verdaderos héroes, pero entiendo que el país necesita algo más que eso, y es un equipo olímpico vasto de atletas, con un alto grado de competencia y que a donde quiera que vayamos seamos reconocidos como potencia. Si lo ha logrado Cuba por qué nosotros no???.
Por Manuel Angel Fernández
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