Uno de los principales gastos del presupuesto de una familia es sin
lugar a dudas la compra de supermercado. Recuerdo hace unos años, cuando
la crisis bancaria nacional, cuando se les conocía como “la casa del
terror”, por la vorágine inflacionaria que ocasionó este funesto hecho.
Sin embargo, ir al supermercado no necesariamente puede convertirse en una pesadilla si se hace con criterio e inteligencia. Se ha demostrado que con una serie de recomendaciones muy precisas podemos sacar mejor provecho de nuestra compra.
Una de las primera medidas tomar, y aunque sueno algo chistoso, es no ir al súper con hambre, ya que esto incrementa las probabilidades de comprar de más. Así mismo es vital la elaboración de una lista de compras escrita a conciencia, la cual debes ser fiel a ella. Si por alguna razón se tiene que ir al súper, y no se cuenta con la lista de compras, es muy prudente limitarse a adquirir los productos básicos normales de tu lista que más necesitas, para luego volver con tu lista completa.
Hay que tener mucho ojo con los especiales, pues a veces nos dejamos llevar por la tentación de comprar algo que no estaba en el listado, sólo por el mero hecho de que está en especial. Lo que hay que asegurarse, es tratar de encontrar especiales de productos de nuestro listado, o en su defecto descuentos de productos sustitutos. Por ejemplo, una persona que tradicionalmente compra un cartón de leche de marca X, puede reducir el costo comprando un cartón de la leche Y, que esté en especial, siempre y cuando sea un sustituto potable de la de X.
Parte de la elaboración de un buen listado de compras es la investigación. A través de los periódicos podrás enterarte de las principales ofertas y las nuevas promociones. Hay que determinar el número de veces que se va al súper para catalogar las compras grandes de las pequeñas para así hacer una mejor distribución.
Lo ideal es comprar pocas cantidades de los productos que son perecederos y adquirir empaques grandes de los no perecederos como los detergentes, papel de baño, etc.
En este sentido es práctico realizar un análisis de los alimentos que más consume tu familia para establecer un plan de acción de compras los días que haya especial de los mismos.
Cuando se va al supermercado, siempre es recomendable hacerlo con tiempo suficiente, para realizar una compra consciente donde se pueda comparar precios con tranquilidad y detectar buenas oportunidades. Las prisas son enemigas de las compras.
Crea un vínculo de lealtad con el supermercado de tu preferencia. Muchos tienen tarjetas por la cual recibes descuentos y acumulación de puntos que luego puedes canjear creando un verdadero ahorro. Así mismo, muchos de estos negocios tienen marcas propias de algunos productos como azúcar, arroz, agua, etc.. que tienen una buena relación calidad precio.
Muchos expertos recomiendan no ir con los niños al supermercado, pues como sabemos son expertos en antojarse de chucherías y cosas innecesarias. Entiendo que esto puede solucionarse con Educación, fomentando en los hijos los buenos criterios financieros, y dotarles de disciplina, la cual sí puede ser recompensada con alguna golosina extra.
Ir al supermercado no tiene que ser un dolor de cabeza. En nuestra ciudad de Santiago existen muchos de estos negocios, desde las grandes cadenas de supermercados, hasta el mini market del barrio. Lo importante es saber elegir aquel que nos otorgue una mejor combinación de valor agregado por nuestro dinero.
Ya llegó la hora de hacer compras inteligentes, el ahorro no sólo consiste en acumular dinero sino hacer un mejor uso de nuestros recursos, pues no tendrá mucho sentido lo anteriormente descrito, si somos “botaratas” y desperdiciamos lo comprado. Así que póngase manos a la obra y establezca su propio plan y verá que, en términos de compras al súper, podrá cantar victoria!!!
Sin embargo, ir al supermercado no necesariamente puede convertirse en una pesadilla si se hace con criterio e inteligencia. Se ha demostrado que con una serie de recomendaciones muy precisas podemos sacar mejor provecho de nuestra compra.
Una de las primera medidas tomar, y aunque sueno algo chistoso, es no ir al súper con hambre, ya que esto incrementa las probabilidades de comprar de más. Así mismo es vital la elaboración de una lista de compras escrita a conciencia, la cual debes ser fiel a ella. Si por alguna razón se tiene que ir al súper, y no se cuenta con la lista de compras, es muy prudente limitarse a adquirir los productos básicos normales de tu lista que más necesitas, para luego volver con tu lista completa.
Hay que tener mucho ojo con los especiales, pues a veces nos dejamos llevar por la tentación de comprar algo que no estaba en el listado, sólo por el mero hecho de que está en especial. Lo que hay que asegurarse, es tratar de encontrar especiales de productos de nuestro listado, o en su defecto descuentos de productos sustitutos. Por ejemplo, una persona que tradicionalmente compra un cartón de leche de marca X, puede reducir el costo comprando un cartón de la leche Y, que esté en especial, siempre y cuando sea un sustituto potable de la de X.
Parte de la elaboración de un buen listado de compras es la investigación. A través de los periódicos podrás enterarte de las principales ofertas y las nuevas promociones. Hay que determinar el número de veces que se va al súper para catalogar las compras grandes de las pequeñas para así hacer una mejor distribución.
Lo ideal es comprar pocas cantidades de los productos que son perecederos y adquirir empaques grandes de los no perecederos como los detergentes, papel de baño, etc.
En este sentido es práctico realizar un análisis de los alimentos que más consume tu familia para establecer un plan de acción de compras los días que haya especial de los mismos.
Cuando se va al supermercado, siempre es recomendable hacerlo con tiempo suficiente, para realizar una compra consciente donde se pueda comparar precios con tranquilidad y detectar buenas oportunidades. Las prisas son enemigas de las compras.
Crea un vínculo de lealtad con el supermercado de tu preferencia. Muchos tienen tarjetas por la cual recibes descuentos y acumulación de puntos que luego puedes canjear creando un verdadero ahorro. Así mismo, muchos de estos negocios tienen marcas propias de algunos productos como azúcar, arroz, agua, etc.. que tienen una buena relación calidad precio.
Muchos expertos recomiendan no ir con los niños al supermercado, pues como sabemos son expertos en antojarse de chucherías y cosas innecesarias. Entiendo que esto puede solucionarse con Educación, fomentando en los hijos los buenos criterios financieros, y dotarles de disciplina, la cual sí puede ser recompensada con alguna golosina extra.
Ir al supermercado no tiene que ser un dolor de cabeza. En nuestra ciudad de Santiago existen muchos de estos negocios, desde las grandes cadenas de supermercados, hasta el mini market del barrio. Lo importante es saber elegir aquel que nos otorgue una mejor combinación de valor agregado por nuestro dinero.
Ya llegó la hora de hacer compras inteligentes, el ahorro no sólo consiste en acumular dinero sino hacer un mejor uso de nuestros recursos, pues no tendrá mucho sentido lo anteriormente descrito, si somos “botaratas” y desperdiciamos lo comprado. Así que póngase manos a la obra y establezca su propio plan y verá que, en términos de compras al súper, podrá cantar victoria!!!
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