El pasado Jueves 3 de abril de
inauguró el primer Festival Internacional de Cine Independiente de la ciudad de
Santiago por iniciativa de la Alianza Francesa y el cineasta, director y
docente universitario Joan Espino. Joan es un incombustible joven santiaguero
que se ha hecho camino en el mundo del cine, y que con sumo esfuerzo y
sacrificio ha logrado montar esta interesantísima actividad cultural, que
bastante falta hace en estos predios.
La gala inaugural, con alfombra
roja incluida, contó con la presentación del film “Viva Riva” del director congolés
Djo Munga, quien estuvo presente respondiendo las preguntas del público. Así
mismo, el pasado viernes el festival contó con la participación del genial
actor gallego Luis Tosar, quien compartió una amena charla con el público
cinéfilo de Santiago. Luego se pudo disfrutar de una de sus películas, la
peculiar “Mientras Duermes”.
Este festival es una bendición
para nuestra ciudad, pues ante una oferta televisiva frívola, elemental y muy
primaria, y ante una propuesta cultural no muy abundante, estamos ante la
presencia de un hecho novedoso, que espero vuelva a repetirse. Ya anteriormente
habíamos disfrutado de otros festivales como el de FUNGLODE y el de Medio Ambiente
que se celebra en el Centro León.
La ciudad de Santiago, tiene la
suerte de contar con el gran José D´Laura, una de las personas más interesantes
que he conocido y de quien tengo el honor de disfrutar de su amistad. D´Laura
es un reconocido crítico de cine, con una larga trayectoria como colaborador de
una infinidad de actividades relacionadas al séptimo arte. Son ya tradicionales
sus ciclos de cine en el Centro de la Cultura y en el Centro León, donde con la
exquisitez y el buen humor que le caracterizan nos atrapa con películas de gran
calidad.
Yo soy cinéfilo por decisión,
pero sobretodo por convicción. Soy un gran admirador de Tom Hanks y del
formidable actor argentino Ricardo Darín. Por eso Forrest Gump y El Secreto de
Sus ojos, son mis dos películas favoritas. Me encanta el cine. Según el crítico
mexicano Leonardo García Tsao, describe al cinéfilo como aquel individuo que
llega al cine muy temprano y lee hasta las últimas letras que pasan después de
final de cada película, y que se molesta con los ruidos de aquellos que sólo
van a pasar el rato.
Es algo reconfortante, que
gracias a la nueva ley de cine, estemos logrando iniciar el camino para un
mejor nivel de desarrollo cinematográfico. Si bien es cierto que esto ha
provocado una ríada de películas chapuceras y mal hechas, también es cierto que
estamos en “pañales” en estos menesteres y que lógicamente nuestro cine llegará
a su estado de madurez óptimo. En este
sentido, es muy factible que además de las ya populares comedias, podamos
disfrutar de films bien argumentados, de estilos tan diversos como la narrativa
y el drama.
Desde el punto de vista
económico, el cine representa una gran oportunidad de crecimiento financiero.
Gracias a este despegue, contamos con buenas escuelas de actuación como la del
amigo Johanny Sosa. Así mismo, un buen desarrollo cinematográfico, puede
desencadenar en la atracción de inversiones extranjeras, que tendrían un
impacto significativo en la generación de empleo. En este sentido, un
incremento en el flujo de películas incrementaría la demanda de profesionales
como guionistas, diseñadores gráficos, personal de apoyo y sobretodo nuevos
actores.
Con todo esto, se propiciaría que
más productores se animen a invertir, lo que ocasionaría una mayor fluidez de
dinero en la creación y exposición de películas para el consumo nacional y también
internacional, como ocurre en España y Argentina
Un hecho que no debe dejarse de
comentar es la explosión del actor santiaguero Frank Perozo, el querido Panchy,
quien ha creado un trecho que todo joven actor debe emular. El éxito de Panchy
no es casualidad, se ha basado en años de preparación, talento y disciplina,
pero sobretodo de “guayar mucho a yuca”. Así
mismo, nuestro Hemky Madera, quien desde los Estados Unidos, ha logrado
en poco tiempo crearse un espacio.
Creo que a nuestro cine le espera
un gran porvenir, siempre y cuando sea manejado con profesionalidad y respeto.
En un país donde todo lo bueno y relevante, tiende con el tiempo a caer en la
malvada bolsa del descrédito, todos los amantes del cine debemos estar
vigilantes y siempre fomentar acciones que preserven esta sana actividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario