En países pobres como el nuestro existe la tendencia a querer ganar
dinero de manera rápida y sin mucho esfuerzo. Esta proliferación del
“cortoplacismo”, alimentado por la falta de oportunidades y el
desempleo, es consecuencia de las reiterativas crisis económicas y ha
llevado a miles de personas a buscar la manera fácil de producir dinero.
En estas actividades las personas suelen ser víctimas de falsos inversionistas o vendedores ficticios, los cuales se ingenian diversas maneras para aprovecharse de las calamidades del ciudadano común. En los últimos años hemos visto en nuestro país el desarrollo varios sistemas de inversión fraudulentos, entre ellos el más popular conocido como Esquema Ponzi, o Piramidal, como se le conoce comúnmente. El Esquema Ponzi es una operación fraudulenta de inversión que implica el pago de sustanciales y poco comunes beneficios en un tiempo relativamente corto.
El inversionista estafador solicita dinero del público y potenciales víctimas con la promesa de altísimos rendimientos en un espacio relativamente corto de tiempo. La víctima es deslumbrada y seducida al ver multiplicar su inversión y no repara en hacer una investigación del inversionista. El truco está en que las ganancias obtenidas por los “inversionistas” más antiguos son generadas por el ingreso de nuevos “inversionistas”. Por ello, es que este esquema es inviable a mediano y largo plazo, ya que sólo funciona si crece la cantidad de víctimas.
Tal crónica de una muerte anunciada, el tristemente célebre caso de la mal llamada empresa Telexfree, se ha venido abajo, cual castillo de naipes, caída que ya había sido pronosticada por varios especialistas y analistas financieros locales, más sin embargo muchas personas hicieron caso omiso a estas advertencias, de hecho muy bien sustentadas. Da pena y vergüenza como muchos dominicanos cayeron en los tentáculos de esta estructura fraudulenta, con más de cien años de existencia.
Es alarmante como estas personas, confiaran sus ahorros, e incluso tomaran dinero prestado para “invertirlo” en una entidad que no contaba con activos, que no se conocía sus ejecutivos, que no contaba con estructura física ni organizacional y que sospechosamente se reunieran en un hotel para realizar sus operaciones. Este hecho debe servir como base para el diseño de regulaciones que impidan la proliferación de los esquemas piramidales, tal como existe en los Estados Unidos, así como el diseño de una campaña de educación financiera y de inversión a la población pues también, como muchas otras cosas en nuestras tierras, todo se remite al tema de la Educación.
Tal vez muchos creen, que sería algo complicado detectar este tipo de fraude, y personalmente pienso que no debería ser así por dos razones: 1- Si alguna persona o entidad le ofrece de manera alegre rendimientos por encima del promedio de la industria (tasas pasivas de los bancos y/o los instrumentos de renta fija de la bolsa de valores), entonces es muy posible que haya “gato entre macuto” 2- Estos esquemas tienden a dar más énfasis como principal fuente de ingresos al reclutamiento de nuevos socios que a la comercialización y venta de sus productos.
Por ello le damos algunas recomendaciones: A) Desconfía cuando alguien te dice que una inversión no tiene riesgo. B) Cuídate de aquellos que te prometen ganancias exageradas. C) Obtén por escrito los detalles de tu inversión D) Consulta con un asesor financiero imparcial antes de invertir tu dinero E) Revisa las ofertas de inversión con el regulador de valores del país. F) Nunca pongas tus huevos en una sola canasta. Por otro lado y haciendo un poco de historia, este fraude debe su nombre al estafador italiano Carlo Ponzi, emigrante que llegó a los Estados Unidos en los años veinte. Estableció un sistema que otorgaba un retorno del 50% en 45 días, tomando dinero del público, usando como tapadera la negociación de cupones de correos internacionales. No obstante el caso más famoso, por el monto y las personas afectadas, fue del inversionista Bernard Madoff.
Esta estafa consistió en tomar capitales a cambio de grandes ganancias que al principio fueron efectivas, pero que años más tarde se evidenció consistían en un sistema piramidal o sistema Ponzi, convertido hoy en uno de los mayores fraudes de la historia. Fue condenado a 150 años de cárcel por un fraude colosal de US$50,000.00 millones. Las características del esquema son las promesas de altos rendimientos en el corto plazo, poca o nula documentación, es orientado a un público con poca capacitación en asuntos financieros, no existen regulaciones a las inversiones y no se realizan auditorías de control. Ya lo sabe, en asuntos financieros no todo lo que brilla es oro!!!