Una de las consecuencias de la crisis financiera del 2008 fue el aumento
de las desigualdades sociales. Políticas económicas erróneas han dado
lugar a mayor desigualdad y menor crecimiento, y ni se diga de los
niveles de desarrollo.
Los ricos se han hecho más ricos y los pobres más pobres, dejando muy poco margen para el desarrollo de la clase media. Estamos poco a poco transformándonos en una sociedad bipolar desde el punto de vista de clases sociales. Un porcentaje pequeño de la población recibe la mayor parte de las riquezas y la gran mayoría recibe una mínima parte de las mismas.
Los economistas utilizan muchas herramientas y variables para medir el desempeño de las naciones, mas sin embargo, es difícil encontrar indicadores que muestren la reducción o aumento de la clase media de un país. Una clase media próspera es la que le da sentido social y financiero al desarrollo de las naciones. Es aquí donde deben consolidarse el logro de las políticas socio-económicas establecidas.
Los dos grandes sistemas socio-económicos de nuestra Era no han hecho mucho por fomentar la clase media. El comunismo, ha sido un fracaso mayúsculo para los pueblos que lo mantuvieron, incluso más allá de lo imaginable. Destruyó todo indicio de estímulo económico individual para desarrollar emprendedores, por lo tanto no se crearon riquezas para repartir contribuyendo a la miseria generalizada.
En el otro extremo tenemos el capitalismo desenfrenado y desregularizado. En su versión más cruel e insaciable promovió el consumo excesivo llevando a las personas a vivir por encima de sus posibilidades, cayendo en las redes del cortoplacismo. La crisis de las sub prime en los Estados Unidos es el mejor ejemplo de un estilo capitalista destructivo, que ha llevado a millones de miembros de la clase media al umbral de la pobreza.
El Capitalismo no ha ayudado a los que menos tienen y por el otro lado el Comunismo no les permite tomar acciones para salir de la pobreza. La clase media deben constituirse en el equilibrio entre ambos sistemas, pues pueden tomar lo mejor de cada una de ellas: Pragmatismo y Humanidad.
No se habla mucho de este tema, algo que nos llama mucho la atención, ya que uno de los hechos sociales más trascendentales que nos dejó el siglo 20 fue la expansión de las clases medias. No hay mayor fuerza combatiente contra la pobreza que el desarrollo de una clase media sólida y duradera.
Para logar el desarrollo de una nación es importante el consumo. Los altos niveles de desempleo de hoy en día se deben precisamente a la drástica reducción del consumo. En los lugares donde hay niveles mesurados de consumo, habrá una mayor circulación de efectivo, habrá mayor ocupación laboral y un acceso a los bienes y servicios que elevarán el nivel de vida de las personas. Ojo, hay que tener cuidado con la tentación del consumo excesivo basado en endeudamiento, que es el extremo negativo de la historia y que tanta desgracias ha traído al mundo actual. Pero tampoco es prudente dejar a las personas sin mecanismos se superación, como postulaba el comunismo ya decadente.
Los países desarrollados fueron afectados por una crisis financiera que lanzó hacia la pobreza a millones de ciudadanos de la clase media. Por otro lado, los países que mantuvieron un sistema comunista viven empantanados en el atraso. Es reconfortante ver países como Brasil, Perú o Colombia que lograron mantener y desarrollar una clase media próspera, además que han logrado emigrar más desde la pobreza.
Es importante que se retomen los esfuerzos para propiciar una clase media sólida, a través de planes de generación de empleos, pues el desempleado es el que más probabilidades tiene de emigrar hacia la pobreza.
Los ricos se han hecho más ricos y los pobres más pobres, dejando muy poco margen para el desarrollo de la clase media. Estamos poco a poco transformándonos en una sociedad bipolar desde el punto de vista de clases sociales. Un porcentaje pequeño de la población recibe la mayor parte de las riquezas y la gran mayoría recibe una mínima parte de las mismas.
Los economistas utilizan muchas herramientas y variables para medir el desempeño de las naciones, mas sin embargo, es difícil encontrar indicadores que muestren la reducción o aumento de la clase media de un país. Una clase media próspera es la que le da sentido social y financiero al desarrollo de las naciones. Es aquí donde deben consolidarse el logro de las políticas socio-económicas establecidas.
Los dos grandes sistemas socio-económicos de nuestra Era no han hecho mucho por fomentar la clase media. El comunismo, ha sido un fracaso mayúsculo para los pueblos que lo mantuvieron, incluso más allá de lo imaginable. Destruyó todo indicio de estímulo económico individual para desarrollar emprendedores, por lo tanto no se crearon riquezas para repartir contribuyendo a la miseria generalizada.
En el otro extremo tenemos el capitalismo desenfrenado y desregularizado. En su versión más cruel e insaciable promovió el consumo excesivo llevando a las personas a vivir por encima de sus posibilidades, cayendo en las redes del cortoplacismo. La crisis de las sub prime en los Estados Unidos es el mejor ejemplo de un estilo capitalista destructivo, que ha llevado a millones de miembros de la clase media al umbral de la pobreza.
El Capitalismo no ha ayudado a los que menos tienen y por el otro lado el Comunismo no les permite tomar acciones para salir de la pobreza. La clase media deben constituirse en el equilibrio entre ambos sistemas, pues pueden tomar lo mejor de cada una de ellas: Pragmatismo y Humanidad.
No se habla mucho de este tema, algo que nos llama mucho la atención, ya que uno de los hechos sociales más trascendentales que nos dejó el siglo 20 fue la expansión de las clases medias. No hay mayor fuerza combatiente contra la pobreza que el desarrollo de una clase media sólida y duradera.
Para logar el desarrollo de una nación es importante el consumo. Los altos niveles de desempleo de hoy en día se deben precisamente a la drástica reducción del consumo. En los lugares donde hay niveles mesurados de consumo, habrá una mayor circulación de efectivo, habrá mayor ocupación laboral y un acceso a los bienes y servicios que elevarán el nivel de vida de las personas. Ojo, hay que tener cuidado con la tentación del consumo excesivo basado en endeudamiento, que es el extremo negativo de la historia y que tanta desgracias ha traído al mundo actual. Pero tampoco es prudente dejar a las personas sin mecanismos se superación, como postulaba el comunismo ya decadente.
Los países desarrollados fueron afectados por una crisis financiera que lanzó hacia la pobreza a millones de ciudadanos de la clase media. Por otro lado, los países que mantuvieron un sistema comunista viven empantanados en el atraso. Es reconfortante ver países como Brasil, Perú o Colombia que lograron mantener y desarrollar una clase media próspera, además que han logrado emigrar más desde la pobreza.
Es importante que se retomen los esfuerzos para propiciar una clase media sólida, a través de planes de generación de empleos, pues el desempleado es el que más probabilidades tiene de emigrar hacia la pobreza.
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