El Sr. Joseph Stiglitz, junto al intrépido e implacable Paul Krugman, dos de los más importantes economistas de nuestros tiempos, se han convertido en los principales críticos de las medidas que se han estado tomando en Europa para capear la crisis financiera. Vamos, hasta el punto de pronosticar que no darán ningún resultado.
Joseph Stiglitz, antiguo Economista en jefe del Banco Mundial y premio Nóbel de Economía en 2001, es autor de varios libros. Su obra “Caída Libre, El libre mercado y el hundimiento de la economía mundial” se puede considerar la “biblia” de la crisis financiera. Este libro es de lectura obligada para todo aquel que desee conocer los orígenes de la crisis financiera mundial iniciada en Estados Unidos en 2008 con la mega quiebra de Lehman Brothers.
Stiglitz, nacido en Gary, Indiana en 1943, es además profesor de la Universidad de Columbia y preside la International Economic Association, vinculada a la UNESCO. Fue de los primeros en predecir la crisis financiera mundial denunciando que la desregulación de los mercados traería terribles consecuencias para la economía. Como hemos visto, acertó.
Recientemente anunció la publicación de su último libro titulado “El Precio de la Desigualdad” en el que analiza las muy notorias y cada vez más grandes diferencias sociales en Estados Unidos y Europa. En ese sentido, trata de explicar las causas de su rápido progreso y su impacto económico.
Según el autor “el 1% de la población tiene lo que el 99% necesita”. Fiel a su convicción, explica que los mercados no son ni eficientes, ni estables y tienden a acumular riquezas en pocas manos. Explica que la noción del “sueño americano” ya no es cierta, y se basa en la pérdida de liderazgo de los Estados Unidos en renglones vitales como crecimiento, ingreso per cápita y capacidad de resolver conflictos. Además, la competencia de China, siempre al acecho para disputarle el título de primera potencia económica del mundo. Muy a su pesar, los Estados Unidos están perdiendo su propia percepción de ser los “number one”, el país de la mayor igualdad de oportunidades.
Explica el Nóbel de Economía, que el sueldo de un asalariado adulto en Estados Unidos es hoy inferior al que existía en 1968. Es un problema serio, pues esta bonanza era parte de su propia identidad, una sociedad dinámica. Lamentablemente, la sociedad estadounidense actual es de las de menos igualdad de oportunidades de las naciones avanzadas. Este cambio, según Stiglitz, inició en 1989 con la salida de Reagan y la llegada al poder de Bush padre. La sociedad de volvió más egoísta y gente como Paul Volcker, gran sabedor de las finanzas norteamericanas fue echado de la Reserva Federal, para dar paso al funesto Alan Greenspan, precursor de la desregulación.
Actualmente, hay mucho pesimismo en los Estados Unidos, sobre todo en los jóvenes, pues Obama no ha sido capaz de resolver problemas tan trascendentales como el desempleo y se ha rodeado de personajes muy cercanos a sector bancario, como su secretario de finanzas, Tim Geithner. Sin embargo, el autor piensa que Rommey es peor alternativa aún, pues no refleja los valores y las preocupaciones de la mayoría. Vaya escenario!!!.
Según el último censo, en Estados Unidos, 150 millones de personas son pobres o tienen una renta por debajo de la media. Una democracia se produce tras un compromiso y ese compromiso debe reflejar la visión del votante que está en el centro.
El sistema actual no refleja a la persona que está en el centro. Se ha desplazado de “una persona un voto hacia un dólar un voto”. No existe ya la campaña del candidato puerta a puerta, se hace a través de la compra de grandes espacios publicitarios, los ricos invierten y después exigen un retorno. Son los verdaderos conductores de la política.
Con relación a la crisis en Europa, Stiglitz enfatiza que la austeridad tumbará la economía. La austeridad crea desigualdades mayores y eleva la inestabilidad. La gente que no tiene trabajo se empobrece y con el bajo nivel de desigualdad los salarios se reducen. La austeridad recorta gastos en áreas fundamentales como Educación y Salud.
La noción de que la austeridad alivia la ansiedad de los mercados es equivocada. Y prueba de ello, es que las agencias de calificación de riesgo, bajaron las notas a España, justo después de establecer su plan de austeridad, pues piensan que debilitará su economía.
Joseph Stiglitz, antiguo Economista en jefe del Banco Mundial y premio Nóbel de Economía en 2001, es autor de varios libros. Su obra “Caída Libre, El libre mercado y el hundimiento de la economía mundial” se puede considerar la “biblia” de la crisis financiera. Este libro es de lectura obligada para todo aquel que desee conocer los orígenes de la crisis financiera mundial iniciada en Estados Unidos en 2008 con la mega quiebra de Lehman Brothers.
Stiglitz, nacido en Gary, Indiana en 1943, es además profesor de la Universidad de Columbia y preside la International Economic Association, vinculada a la UNESCO. Fue de los primeros en predecir la crisis financiera mundial denunciando que la desregulación de los mercados traería terribles consecuencias para la economía. Como hemos visto, acertó.
Recientemente anunció la publicación de su último libro titulado “El Precio de la Desigualdad” en el que analiza las muy notorias y cada vez más grandes diferencias sociales en Estados Unidos y Europa. En ese sentido, trata de explicar las causas de su rápido progreso y su impacto económico.
Según el autor “el 1% de la población tiene lo que el 99% necesita”. Fiel a su convicción, explica que los mercados no son ni eficientes, ni estables y tienden a acumular riquezas en pocas manos. Explica que la noción del “sueño americano” ya no es cierta, y se basa en la pérdida de liderazgo de los Estados Unidos en renglones vitales como crecimiento, ingreso per cápita y capacidad de resolver conflictos. Además, la competencia de China, siempre al acecho para disputarle el título de primera potencia económica del mundo. Muy a su pesar, los Estados Unidos están perdiendo su propia percepción de ser los “number one”, el país de la mayor igualdad de oportunidades.
Explica el Nóbel de Economía, que el sueldo de un asalariado adulto en Estados Unidos es hoy inferior al que existía en 1968. Es un problema serio, pues esta bonanza era parte de su propia identidad, una sociedad dinámica. Lamentablemente, la sociedad estadounidense actual es de las de menos igualdad de oportunidades de las naciones avanzadas. Este cambio, según Stiglitz, inició en 1989 con la salida de Reagan y la llegada al poder de Bush padre. La sociedad de volvió más egoísta y gente como Paul Volcker, gran sabedor de las finanzas norteamericanas fue echado de la Reserva Federal, para dar paso al funesto Alan Greenspan, precursor de la desregulación.
Actualmente, hay mucho pesimismo en los Estados Unidos, sobre todo en los jóvenes, pues Obama no ha sido capaz de resolver problemas tan trascendentales como el desempleo y se ha rodeado de personajes muy cercanos a sector bancario, como su secretario de finanzas, Tim Geithner. Sin embargo, el autor piensa que Rommey es peor alternativa aún, pues no refleja los valores y las preocupaciones de la mayoría. Vaya escenario!!!.
Según el último censo, en Estados Unidos, 150 millones de personas son pobres o tienen una renta por debajo de la media. Una democracia se produce tras un compromiso y ese compromiso debe reflejar la visión del votante que está en el centro.
El sistema actual no refleja a la persona que está en el centro. Se ha desplazado de “una persona un voto hacia un dólar un voto”. No existe ya la campaña del candidato puerta a puerta, se hace a través de la compra de grandes espacios publicitarios, los ricos invierten y después exigen un retorno. Son los verdaderos conductores de la política.
Con relación a la crisis en Europa, Stiglitz enfatiza que la austeridad tumbará la economía. La austeridad crea desigualdades mayores y eleva la inestabilidad. La gente que no tiene trabajo se empobrece y con el bajo nivel de desigualdad los salarios se reducen. La austeridad recorta gastos en áreas fundamentales como Educación y Salud.
La noción de que la austeridad alivia la ansiedad de los mercados es equivocada. Y prueba de ello, es que las agencias de calificación de riesgo, bajaron las notas a España, justo después de establecer su plan de austeridad, pues piensan que debilitará su economía.